Nacional - 12/10/13 - 12:14 AM

Velocci cierra el pico ante la justicia

El exdirectivo de la empresa Svemark y socio de Valter Lavítola, Mauro Velocci, utiliza algunos medios para hablar de todo, pero cuando concurre a las instancias judiciales,

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El exdirectivo de la empresa Svemark y socio de Valter Lavítola, Mauro Velocci, utiliza algunos medios para hablar de todo, pero cuando concurre a las instancias judiciales, cuenta una historia diferente.

El 11 de mayo de 2012, la Procuraduría de Panamá solicitó a Italia una asistencia judicial para que se le realizara un cuestionario a Velocci, pero el parlanchín Mauro decidió acogerse a su facultad de no contestar el cuestionario.

Es decir, ante las autoridades Velocci dice que no tiene nada que decir sobre supuestos pagos en Panamá, pero ante los medios asume otra actitud.

El autor de un montaje para grabar a Ricardo Martinelli Linares y luego extorsionar al mandatario Ricardo Martinelli Berrocal ahora alega que fue Valter Lavítola quien lo envió a que hablara con el hijo del presidente.

Velocci, en una entrevista esta semana, dijo que él “no puede” hablar de coimas y mucho menos que él pagó coimas en la negociación del proyecto de las cárceles modulares. “Yo no hice pago, eso es lo que se habla de los fiscales de Italia. Yo no tengo nada que pueda adjuntar a la investigación. Yo soy testigo. Yo no sé nada del asunto de esta investigación. El rol mío es ser testigo de lo que hizo Lavítola. Solo los jueces pueden decir si fue coima”, indicó Velocci.

Valter Lavítola y Mauro Velocci llegaron a conocerse en Panamá de manera circunstancial. Al principio no se tragaban, pero luego quedaron siendo amigos, compañeros de apartamento y socios a través de un plan de conspiración y una extorsión fallida contra el presidente Ricardo Martinelli.

Svemark quería promover en Panamá su cárceles modulares de acero. La propuesta consistía en la instalación y ensamblaje de 855 celdas de detención.

Cuando Angelo Capriotti, uno de los dueños del consorcio Svemark, es detenido por delitos fiscales, Lavítola y Velocci maniobran para quedarse con el negocio de las cárceles. Mauro crea la sociedad Consorzio Svemark Panamá, sacando del negocio a Capriotti, quien antes de salir del negocio habló con Lavítola sobre Velocci y este le dijo que andaba consumiendo cocaína.

Cuando Capriotti sale de la cárcel y le comunica de toda la situación al embajador Giancarlo Curcio, quien a la vez reportó el caso a la Presidencia de Panamá, “Velocci y Lavítola fueron convocados inmediatamente por la Presidencia de la República de Panamá para dar explicaciones en mérito en cuanto a lo denunciado por el embajador”, dijo Capriotti.


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