Del celular a la cama

Una chica de Suramérica se baja de un taxi, ingresa a un reconocido hotel y se dirige hacia la planta baja donde la espera un hombre europeo. Se saludan, hablan algunos segundos, entran al ascensor y desaparecen. Una de las modalidades en la prostitución ilegal es a través de la red cibernética en la cual solo debe ingresar a varias páginas de internet que existen, navegar y elegir por un rato de “entretenimiento”.
Este servicio quizás sea el mejor para ejecutivos extranjeros y locales, principalmente hombres casados que no quieren ser vistos, ya que pagan por la habitación de un hotel, acceden a la página cibernética, llaman y listo. A soltar la testosterona. Hay una que ofrece servicios directamente desde Colombia a Panamá.
Rubias, morenas, pelirrojas, negras, de estatura pequeña, mediana y altas. Con senos grandes, pequeños, glúteos operados o con lentes de contacto. Todo lo que pida el cliente, al fin y al cabo será quien pague por al menos una hora “en el cielo”.
La mayoría son colombianas y dominicanas, pero también hay panameñas.

Tarifas
Depende de la chica, del lugar  donde se cite o si pasó por bisturí del  cirujano plástico, así mismo le costará.
Algunos precios están como en $150  e incluye masaje, sexo oral y vaginal (con preservativo). Si quiere un trío, entonces será 150 por hora por cada chica y por  sexo anal son 250 dólares por la  chica.  Si quiere más placer su billetera “aflojará” más .
Crítica contactó con varias chicas, una de ellas llamada “Lilita”, que cobra 100 dólares la hora, dijo que es necesario ir a buscarla a la puerta del edificio donde supuestamente vive en Hato Pintado. Solo va a hoteles y casas de ocasión.
Otras cobran 80 dólares, $70 o incluso $50. Recuerden que eso es solo el pago por el servicio, el cliente corre con la cancelación de la casa de ocasión, pensión, hotel y si desea ingerir unos tragos.

Sin tabúes
Algunas no tienen ningún tipo de reparo, debido a que en algunas de las páginas de internet se les identifica el rostro y se fotografían de cuerpo entero para que el cliente aprecie “la mercancía”.  Otras, sí tienen algunos reparos en lo que hacen o lo que le piden,
La conversación debe ser telefónica. Se debe llamar por lo menos con media hora de anticipación y algunas “ninfas” reciben a sus clientes en sus apartamentos.
Testimonios
“Puedo conseguir cinco o seis clientes en una noche. A 80 dólares no hay problemas, narró una de las chicas. Su trabajo incluye sexo oral y vaginal algunas caricias y trato excelente al cliente porque si le gusta, podría volver. Muchos gritos para que el cliente se sienta un maestro.
La chica, identificada como Rosario, prefiere el servicio de llamadas por celulares porque no se expone en la calle y existe más discreción.