Amor

El famoso cholito mesero del viejo café de Santana tenía varias banderitas panameñas en sus bolsillos, esas mañanas de días patrios. Al verlo, el universitario dijo que "allí había un buen ejemplo del patriotismo que muestra el pueblo panameño en estos días".

Expresó el civilista que como sucede en los últimos años, muchos nacionales aprovecharon los días libres para irse de "minivacaciones".

Para el político, el "amor a la patria se lleva adentro, en el corazón. Nada tiene que ver con desfiles y llenar de banderas automóviles y casas". El comerciante comentó que varios políticos usaron la fecha para estar en cuanto grupo de personas había. Se rió el cholito mesero y manifestó que "esos políticos son unos aprovechados". Sin ganas de discutir el asimilado (amigo de todos los gobiernos) señaló que "el deber de los políticos es que los vean y escuchen sus promesas". Así que eso no es malo.

Añadió “El Loco” que ellos no necesitan aprovechar las fiestas patrias para hacerse propaganda. Nuestro "buco" de obras son suficientes para que nos den el voto". Se rió el PRD. Alegó que "esas obras no votan en las elecciones". Torció la boca el Arnulfista, al decir que duda de que el pueblo quiera otra vez a los "pichones" de dictadores en el gobierno. "Por eso ellos ganarán..." agregó.

Golpeó la mesa el comunista (ñángara trasnochado). Sostuvo que los partidos "tradicionalistas" tienen que utilizar esos trucos para conseguir votos. Ellos no, porque el pueblo los conoce..." Reído, el desempleado indicó que más que fiestas patrias lo que "comen" muchos panameños es politiquería". "Ojalá que quien gane dé empleo a todos los panameños y no a los de su partido".

Moviendo la cabeza, comentó el bellaco mesero santanero que "hay que amar a la patria por encima de todo". Con una banderita en la mano se las "restregó" en la cara a los presentes. Unos se rieron de la ocurrencia.

"Estoy seguro de que este atrevido mesero está haciendo un “show” con su patriotismo", exclamó el universitario. Le preguntó al cholito mesero ¿qué es la patria para él?. Sonreído afirmó "el lugar donde consigo buenas propinas"... Los parroquianos no supieron si ¡reír o llorar por esa respuesta!