Bonos

El programa del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) del bono solidario de $5,000 ha sido toda una revolución que ha abarcado más allá del Puente de las Américas o del Centenario.

Comenzó este programa para casas de interés social por $30,000, pero el Gobierno Nacional subió su tope a $35,000 por el alza en los costos de construcción.

El programa ha inyectado a la actividad de la construcción privada unos $52 millones con una importancia desconocida en el país, ya que el 60% se concentra en la provincia de Panamá, pero el 40% en el resto del país.

Unos 10,500 bonos ha entregado al país que representan un abono del valor total entre el 15% al 20%, que permite una mensualidad acomodada a los sectores trabajadores.

Si analizamos su impacto en las zonas rurales, nos daremos cuenta de que ha mejorado la calidad de vida a sectores medios. Por ejemplo, en Penonomé que hay un desarrollo urbano, el problema de la actividad inmobiliaria no llena las expectativas para la demanda; sin embargo, los bonos han desarrollado urbanizaciones que uno ve por todas partes, ya no en cabeceras de provincia, sino en corregimientos.

El programa está blindado contra la politiquería porque las solicitudes siguen un curso en las promotoras que exigen los requisitos y, por supuesto, no se pueden dar el lujo de preferir a quienes no puedan pagar.

Definitivamente este programa del bono de 5,000 juega un papel dentro de todas las ofertas del Miviot y sobre todo porque en áreas donde la tendencia es a construir a distancias de una casa de otra, ahora es cercana y hay ventajas en cuanto a los costos de construcción.

El impacto de este programa de urbanizaciones de capas medias está cambiando el rostro de provincial y está haciendo que muchos finalicen su vida en el interior del país.