Opinión - 27/11/13 - 01:19 AM

Camisa

La hija del rey estaba muy enferma. Los médicos dijeron que sufría de melancolía y aburrimiento. Sus padres hicieron todo lo posible por curarla. Payasos, filósofos (en

Por: - Miércoles 27 de Noviembre de 2013 1:19 AM

Milcíades Ortiz / Milcíades Ortiz

La hija del rey estaba muy enferma. Los médicos dijeron que sufría de melancolía y aburrimiento. Sus padres hicieron todo lo posible por curarla. Payasos, filósofos (en esa época no había psicólogos) viajes por lugares hermosos, recitales poéticos y fiestas fallaron en curarla. Desesperado, el rey ofreció millones en oro a quien curara a su hija. Vinieron médicos y brujos de todas partes del reino y del exterior… ¡y nada!

Entonces, un viejo curandero dio el remedio: había que envolverla con la camisa de un hombre que realmente fuera feliz. Comenzaron a recorrer el reino decenas de personas buscando a un hombre feliz. Llevaban varias preguntas para confirmar que era cierto. Pasaron semanas y nada. Siempre algo impedía que alguien fuera totalmente feliz. Llegaron a una cabaña perdida en el bosque.

¡Sorpresa! Habían encontrado a un hombre que era feliz de verdad. Con voz temblorosa le ofrecieron miles en oro por su camisa. ¡Horror!... Aquel caballero feliz era tan pobre que no tenía camisa. Usaba suéteres baratos. ¿Qué pasó con la princesa? El viejo cuento no lo dice… A cada momento pienso en este cuento cuando noto que hay panameños que no aprecian lo que tienen.

Ud. los ve hablando mal de todo, especialmente del Gobierno, la canasta básica, los tranques, etc. Sus días pasan en medio de amarguras y reclamos que les bajan la calidad de vida. Advierto que no aconsejo conformismo ni que no tengan ambiciones y deseos de vivir mejor. A veces por ambicionar cosas y no querer trabajar honradamente caen… ¡en malos pasos! El más conocido es vender y usar drogas.

El dinero fácil los puede llevar a perder la vida. Da dolor la cantidad de asesinatos por culpa del narcotráfico. La mayorías de las víctimas son jóvenes y adolescentes. Aparte de esta mala actividad, hay otras como robos, hurtos, secuestros, etc. No crean que la situación solamente la sufren gente de “abajo”. Es lamentable que haya quienes en un cargo público se roben dinero de todos los panameños… Lo hacen para comprar lujosas camisas que no les darán felicidad a esos bellacos.