Censura previa

Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -

“Si me callan, nos callan”. Así arengaba una reconocida periodista, otrora vocera del gobierno de turno, cuando pretendía encabezar una campaña contra la pasada administración. En torno a ese eslogan, periodistas y medios vinculados a empresarios donantes del actual presidente de la nación buscaban generar un ambiente negativo, previo a las elecciones del 2014. Y claro, lograron su objetivo. Hoy en dos importantes televisoras particulares y dos periódicos de la 12 de Octubre prevalece una línea editorial entreguista al régimen varelista. Algunos presentadores de la TV, que encabezan programas arreglados de debate político, mantienen la presión con desinformación constante para tratar de envenenar al público. De que los opositores a Juan Carlos Varela, sean estos de Cambio Democrático (CD), Frenadeso u otro grupo de presión contrario a los dictámenes de San Felipe, no reciban la debida cobertura noticiosa de sus actividades. Desde hace meses se está bloqueando la divulgación de marchas, protestas, acciones públicas de denuncias contra las irregularidades del gobierno de turno. Ejemplo de esto son las conferencias de prensa que realiza usualmente Frenadeso y el Suntracs para convocar al pueblo panameño en sus caminatas. Por otro lado, pese a la realización de protestas de CD frente a la Procuraduría y edificio Avesa para exigir #JusticiaSiVenganzaNo al Ministerio Público, las dos televisoras antes mencionadas y sus medios radiales ni siquiera cubren debidamente estos eventos. ¿Acaso en Panamá se perdió la libertad de expresión y de prensa, en el que las presiones de la Presidencia hacen que los medios no realicen su labor informativa, de forma transparente? La peculiar protesta de los sindicalistas de Frenadeso frente a las instalaciones de TVN, Medcom y Corporación La Prensa es un llamado del pueblo panameño a los dueños de los medios para que abandonen el bloqueo informativo, así como la autocensura, como forma de pleitesía al varelismo. No es posible que hasta en los programas de debates o análisis general existan “listas negras” o personas vetadas, solo porque no le caen bien al presidente. Por ello, esa frase que políticamente utilizó cierta periodista de la televisora de la Tumba Muerto es ahora una cruda realidad. “Si me callas, nos callan” se estaría aplicando a opositores al poder estatal, violando los derechos humanos y que el resto de la sociedad conozca las otras versiones, sobre todo lo que ocurre en el país. Los medios de comunicación son el cuarto poder, pero no deben convertirse en herramientas de una pseudodictadura que se cubre con el manto de ser santurrones o vender la transparencia. Exigimos a los medios más tolerancia, más respeto a otras ideologías. Que permitan la libertad de expresión. Que los contrarios al régimen de turno puedan opinar y usar el medio para conocer sus posturas sobre los temas nacionales. Un periodista debe ser imparcial, el dueño del medio no puede dictaminar una línea editorial politizada, pues a la larga pecará en caer en la censura previa. Sean abiertos con el pueblo, pues todos somos la voz de Dios, como decía el otro. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigas y amigos…


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