Censurable lo que hizo taxista.Todos pasamos por emergencias

Ese taxista, en algún momento, pasará por una emergencia fisiológica. A veces pensamos que nos vamos a librar de un escenario como el de la señora.

Por: René Hernández González -

Fue un error garrafal de un taxista haber filmado y expuesto en las redes a una señora que no aguantó las ganas e hizo la mayor dentro del auto. Si bien se entiende el estado de ánimo del conductor, eso no debió ser motivo para lo que hizo. A mí me llegó el video ayer, como les pasó a muchos.

En la vida hay que saber qué tiene valor para reenviar y qué no. Sé que varias personas se dieron a la tarea de hacerlo para ganar gracia. Este comportamiento también es censurable. ¿Quiénes de los que me siguen han tenido una situación igual que la señora?

Las necesidades fisiológicas llegan a un punto que por más que usted se aguante, hay momentos en que no podrá detener la expulsión de los desechos biológicos.

Mi padre, en vida, tenía frases coloquiales. Cuando alguien lanzaba un pedo y los demás le caían con la crítica destructiva Don Felipe Hernández Talavera decía: “Es mejor perder una amistad… que una tripa rota.”

Cuando a una mujer le pasa lo que a la señora del video quiere decir que la situación es grave. Las damas son expertas aguantando las ganas de excretar cuando están por la calle. Ellas no van a baño cualquiera. Ese comportamiento las lleva a padecer de estreñimiento y de incontinencia urinaria a temprana edad.

El organismo es como un reloj al que acostumbramos a ciertos hábitos y horarios. Por ejemplo… tiene horas específicas para dormir, comer, hacer ejercicios, expulsar los desechos líquidos y sólidos y otros.

Es muy común que algunos varones y mujeres, debido a la irresponsabilidad o trabajos especiales, alteren ese reloj biológico. ¿Cómo tener ritmo normal cuando a usted le piden que unos días trabaje en la noche y otros en el día? Ese pobre organismo siempre andará alterado.

La edad es otro elemento que influye en las reacciones del organismo. En estos momentos atiendo a mi perro querido de raza Labrador. Se llama Gucci y nació antes del famoso caso de la viceministra que fue acusada por uno de sus conductores. La queja era porque ella ponía al caballero a pasear el perro cuando eso no formaba parte de sus responsabilidades.

Mi Gucci está viejo, tiene como 14 años y a veces no puede hacer bien sus necesidades básicas. Allí estamos para atenderlo y con eso agradecerle por todo el tiempo que ha estado conmigo, siendo fiel, amable, atento, cariñoso.

Ese taxista, en algún momento, pasará por una emergencia fisiológica. A veces pensamos que nos vamos a librar de un escenario como el de la señora.

¡Qué va, todos vamos para viejo y con esa transición vendrán las emergencias! Reitero, lo que hizo el taxista fue inapropiado. Eso de subir a las redes el video donde se ve a la señora con residuos orgánicos en su traje, no es, ni para celebrar, ni para reír.

Ahora, algunos dirán por qué me hago eco del tema si con ello voy a despertar más morbo. La decisión de publicar mis pensamientos sobre lo ocurrido es para que paren de reenviar el video y para que otros no hagan lo mismo que el taxista cuando se les presente un escenario similar.

Todos en algún momento vamos a pasar por una emergencia como la de la señora. Esto me lleva a las campañas de la década del 70 que hacía el gobierno para frenar los embarazos precoces.

De allí salió una frase de… “¡Cuándo vienen, vienen!” Era para hacer hincapié en el nacimiento de los niños. Me robo esa frase para reafirmar que hay ocasiones en que por más que usted apriete y apriete para evitar orinar o defecar… recuerde que “¡Cuándo vienen, vienen!”

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