Opinión - 03/10/13 - 12:59 AM

Ciclo

Quienes tienen cierta edad y han vivido buena parte de la historia del país, durante el periodo puente entre el siglo pasado y el actual, coincidirán en

Por: - Jueves 03 de Octubre de 2013 12:59 AM

Alfonso Zamora / Alfonso Zamora

Quienes tienen cierta edad y han vivido buena parte de la historia del país, durante el periodo puente entre el siglo pasado y el actual, coincidirán en que las elecciones de mayo de 2014 se experimentarán situaciones parecidas y a la vez diferentes debido a las características de las obras y los programas sociales.

Por ejemplo, en la oposición no se disimula la preocupación por la poca garantía de triunfo de sus dos candidatos, situación que es respaldada por las encuestas que demuestran la ventaja que un joven político, como José Domingo Arias, ha logrado sobre dos con más experiencia.

Esas encuestas también han demostrado la forma en que los dos candidatos contrarios al gobierno empiezan a declinar su aceptación entre el electorado, en medio de disputas internas en sus respectivos colectivos.

Estos aspirantes de la oposición tienen en común que necesitan el apoyo de los tradicionales financistas de campañas que son, precisamente, aquellos a los que las reformas tributarias han obligado a pagar impuestos.

Esta dependencia ha hecho que ignoren el tema de los impuestos en sus discursos para no ser castigados económicamente por sus benefactores ni por la dictadura mediática que ha ejercido el control del país durante 23 años desde el retorno de la democracia.

Si bien es cierto que el calendario de postulaciones ha concluido, para la oposición podría ocurrir cualquier eventualidad que modifique su situación porque sus propuestas no logran ganar adeptos.

El mejor ejemplo es el que dan Mireya Moscoso y Mitchel Doens, quienes no ven ganar a sus respectivos candidatos y por eso alientan la opción de bajarlos para que otros, con mayores posibilidades, ocupen sus lugares.