El acceso a la salud para los adultos mayores

La salud y bienestar del adulto mayor es consecuencia directa de los hábitos y la forma de vida que llevaron en las etapas más tempranas de la vida, su salud física, mental, alimentación, actividad física, entre otros factores determinantes para llegar en óptimas condiciones a la adultez mayor.

Pero hay otra cara a esta moneda y es el acceso a los servicios básicos de salud y es que no es ningún secreto la crisis que se vive día a día en los hospitales del Estado, la falta de insumos, de personal, de medicamentos y todo esto tiene particular incidencia en esa población adulta mayor que indistintamente de las previsiones que haya tomado en edad de adultez joven, siempre será más propenso a necesitar de atención médica ya sea de modo preventivo o para atender condiciones existentes.

La necesidad de esa atención médica que a menudo no está disponible al primer intento hace que muchos adultos mayores gasten la diminuta jubilación que reciben (producto de una larga vida de pago de cuotas de seguro social) en las costosas clínicas privadas que se convierten en la única solución para abonar más tiempo en este plano terrenal; lo anterior desemboca en otro tema de interés: la situación económica de las personas adultas mayores, quienes se proyectan como mayoría de población para el 2050, es precaria para muchos de ellos; algunos amparados por la jubilación que reciben, otros apenas y sobreviven con programas de subsidios estatales y según el censo del año 2010, el 19.5% de la población de personas adultas mayores no contaba con ingresos y el 28% si acaso llegaba a $125.00 al mes; estos datos demuestran que, en nuestro país, los adultos mayores constituyen una población empobrecida, quienes viven en un país con escaso acceso a los servicios de salud y para quienes es casi que imposible optar por un servicio hospitalario privado.