El rol de la mujer adulta mayor en la sociedad
Cuando pensamos en una mujer adulta mayor, ¿qué es lo primero que se nos viene a la mente? La imagen de una abuelita; posiblemente sentada en una mecedora, ya sea tejiendo, cocinando u otra actividad hogareña, pero lo cierto es que lo antes descrito no son más que etiquetas asignadas a las mujeres adultas de hoy día, quienes se han entregado al inevitable destino que como sociedad le hemos impuesto, ya sea de manera consciente o inconsciente.
La realidad en nuestro país es que la gran mayoría de las mujeres de +65 años se dedican a sintonizar la telenovela de la tarde, comprar lotería según los números de la pirámide y engordar a los nietos como si los fueran a asar para Año Nuevo. ¡Ojo! Lo anterior no constituye un pecado capital, no obstante, considero oportuno promover la participación social de los adultos mayores, principalmente de las mujeres, quienes son tan estigmatizadas en el tema de los roles.
Debido a que en Panamá se estima que dentro de 10 años tendremos una población envejecida en donde una de cada cuatro personas estará dentro de la tercera edad, por lo anterior, es primordial empezar desde ya, educar a las mujeres a tener una vida más participativa en sociedad, lo cual esto no demerita en lo absoluto lo enriquecedor de la vida en familia, muy por el contrario, fortalecer los vínculos familiares es importante para una vejez activa siempre y cuando esto no implique una forma de esclavitud y despoje a la mujer de su individualidad.
Lo primero siempre será el gozar de una buena salud, muchos piensan que la vejez implica innumerables visitas a hospital y sí que es cierto que existen enfermedades crónicas propias de la edad, pero el cuidado que tengamos en la adultez joven (incluyendo alimentación y rutinas de ejercicio) será determinante de nuestra condición física y mental, una vez alcanzada la tercera edad.
Hacer planes de vida y participar de actividades curriculares: ¿qué tal un cineclub exclusivo para adultos mayores, de teatro u algún otro arte? Es bien sabido que el conocimiento nunca está de más, dicho esto, actualizar el conocimiento académico con cursos, foros, congresos, incluso opinar sobre política, moda, entre otros temas de actualidad; empezar a ver la opinión de la mujer adulta mayor como llena de sabiduría y no como anticuada. Todo es posible en la medida en que lo creamos posible, hay que tener presente que la edad no debe ser un obstáculo para ello, pero lo más importante a tener en cuenta es: ¡nunca es tarde para empezar!