En busca de salud
Por: Redacción -
No recuerdo cuándo fue la última vez que acudí a un cuarto de urgencia. Después de padecer algunas molestias, me decidí ir a un centro médico con el deseo de recuperar mi salud. Se daban dos opciones: la primera, podría ir a la clínica privada que está a una cuadra de mi casa; la segunda, sería el Hospital Susana Jones.
La primera opción, de seguro que era la más fácil y rápida. Pago mi consulta, inyecciones si es necesario y el tiempo de espera es corto. Al final me darán una referencia que me llevará a una policlínica, donde me realicen estudios más especializados. Preferí la segunda opción. Tendría que espera un poquito más, pero estaba segura de que la atención sería completa.
La espera fue larga, después de tres horas, me atendió una doctora con verdadera vocación de servicio, Eneida Moreno. Ya son dos médicos con el mismo apellido, que laboran en este centro hospitalario, el otro es el ortopeda José Moreno, profesionales que se les percibe esa dedicación por la medicina.
En la sala de urgencia, en espera de los resultados de un hemograma y preparada para que me canalizaran un medicamento, pude observar cómo los cinco ángeles blancos que se encontraban en el área, se movían de un lado a otro, pendientes de la evolución de tres pacientes que estaban en camilla, en observación médica; otros tres, entre ellos un niño de escasos 12 meses, recibían tratamiento contra su asma; y otros más, que al igual que yo, con diversas dolencias.
Es indescriptible la atención que se realiza en el cuarto de urgencia. El tiempo en la sala de espera, es insignificante en comparación con la atención que recibes una vez te atiende el médico.
Mientras estuve canalizada, dos de las mujeres que estaban por asma, una de ellas extranjera, recibía los servicios de salud que le ofrece mi Panamá, el país de las oportunidades; la otra, una mujer de muy poca edad, que labora en un restaurante de comida rápida, comentaba que su asma es producto del humo que se origina cuando se filtra el aceite. Este es un tema que merece la atención de las autoridades de salud.
Mientras yo me recupero, en el Hospital Susana Jones se sigue atendiendo a los pacientes con una calidad de primera, de seguro que esta profesional de la medicina, donde esté, debe sentirse orgullosa del nosocomio que lleva su nombre.