¿Estudiar o ir al parque?

Por: Alex E. García Periodista -

Y la historia continúa. Jóvenes despertando a las 11 de la mañana, buscando la flauta, el queso de a 'dime' (10 centavos) y para bajar este desayuno, una bebida, que antes costaba un 'cuara' y ahora aumentó a peso.

Después de terminar esta rutina, caminan por el barrio 'chiflando' para llamar a sus compinches, y luego dirigirse a la oficina que cuenta con más de diez asientos disponibles para cualquiera de sus clientes. Llegan al parque y las gradas son el escenario de sus más extensas conversaciones, eso sí, sin poder faltar la hoja de a dólar para 'rulear' e iniciar la venta de sus productos.

Este es el clásico ejemplo que se vive a diario en los barrios de Panamá, donde un porcentaje alto de menores dejan los estudios y por emular a los demás, se encaminan al mundo de la vagancia.

Se preguntarán ¿dónde están los padres de estos jóvenes? Muchos han sido criados dentro de un ambiente hostil y de diferencias entre los padres.

En otros casos, viven con sus padres, pero pasan por ese periodo de rebeldía. Allí ninguno de los dos acudientes tiene voz de mando ni autoridad, y es allí donde el menor se aprovecha de la debilidad de ellos para hacer de las suyas.

La verdad es que los padres son los causantes del futuro de sus hijos. Poner mano firme desde temprana edad ayudará a que su hijo no sea víctima de la presión de grupo que poco a poco lo lleva un mundo de desenfreno y hasta la muerte.

Actúe rápido y a tiempo para no lamentar hechos que usted pudo evitar, motive a su hijo a seguir por el buen camino y estudiar, e incúlquele que perder el tiempo en el parque no es una buena opción.

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