Guerra Irán-Iraq

Como desenlace a las continuas disputas fronterizas y ante la caótica situación política en Irán, el 22 de septiembre de 1980, Saddam Hussein, presidente y dictador iraquí, ordena la invasión de Irán. Tras los primeros avances, la ofensiva iraquí será rechazada. En 1982, Iraq se retirará voluntariamente y buscará un acuerdo de paz, pero el Ayatolá Jomeini no querrá saber nada y continuará la lucha sin decantarse la guerra del lado de nadie, por lo que en 1988, Irán aceptará un cese de hostilidades.