Opinión - 22/12/14 - 12:00 AM

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Muchos de los que mantuvieron a Panamá en una cruel dictadura por veintiún años están vivos. He encontrado personas que no desean que se hagan públicas

Por: Milcíades Ortiz / Catedrático - Lunes 22 de Diciembre de 2014 12:00 AM

Muchos de los que mantuvieron a Panamá en una cruel dictadura por veintiún años están vivos. He encontrado personas que no desean que se hagan públicas las muertes y desapariciones de sus parientes. Tienen miedo a que haya venganza. A las nuevas generaciones pareciera que no les importa ese periodo tenebroso de Panamá. ¿Existe una conspiración en escuelas y colegios para no hablar del tema? Deben saber que en EE.UU. se formó un grupo militar para invadir a Panamá y enfrentarse a la dictadura. Corrió plata, adiestramientos, etc. No sabemos si fue un “show” para presionar al dictador. Una Enmienda de los Tratados del Canal permitía una invasión si estaban en peligro vidas y propiedades (Canal) de EE.UU.

Inteligencia norteamericana temía que saliendo Noriega del poder vendrían otros parecidos o peores. Por eso no respaldaron el golpe de Giroldi ni capturaron al MAN. Había que destruir todo el aparato militar corrupto. Duele como pusieron pueblo contra pueblo con esos Batalloneros abusadores. Sobre el saqueo hay tres análisis. Uno indica que el pueblo estalló buscando algo que aliviara su pobreza. Otros dicen que fue un estallido psicológico de un pueblo pacífico. En lugar de perseguir militares y civiles abusivos, se dedicaron a robar. Muchos de esos artículos fueron devueltos después. Algunos sostienen que el saqueo fue parte de un plan de la dictadura para permitir la “guerrilla urbana” que enfrentaría a EE.UU.

Había otra “guerrilla de montaña”. Nadie se atrevió a hacerla ante la cobardía del dictador y sus oficiales. Expertos economistas pensaban que el país iba a necesitar años para recuperarse. No fue así. En seis meses las cosas habían mejorado. El contralor Rubén D. “Chinchorro” Carles tiene bastante que ver con esto. Lamentamos las víctimas de ambos bandos. Es extraño que no se haya aclarado la cifra exacta de muertos. Pienso que intereses políticos no quieren saber la verdad... Los que expusieron vidas y bienes luchando contra la dictadura sienten un “mal sabor de boca” al ver ahora los relajos politiqueros, corrupción y la inseguridad. Como sociólogo no puedo decir que nunca más vendrá otra dictadura. (¿?)