Independientes burlados
Todo ciudadano panameño tiene la oportunidad de aspirar a un cargo de elección popular, integrando una fórmula presidencial por cualquier partido.
Pero haberse vendido al país como candidato presidencial independiente, recoger firmas de miles de personas que creeyeron en su propuesta, y lograr con ello el reconocimiento del Tribunal Electoral, para dos días después presentarse como un vicepresidente de un partido político, es una traición a los que respaldaron ese esfuerzo.
Gerardo Solís burló el respaldo de los 57 mil panameños que dice que apoyaron su candidatura por libre postulación, cuando desistió para sumarse como vicepresidente de Juan Carlos Navarro.
Una figura que toda su vida fue miembro del Partido Revolucionario Democrático y ocupó altos cargos públicos en los cuatro últimos gobiernos, aprovechó la oportunidad que le dieron los medios televisivos para proyectarse como un supuesto independiente.
Su mentor en el PRD: el exmandatario Ernesto Pérez Balladares llevó a este viejo militante del partido de Omar, para sumarse al llamado “Nuevo Panamá” que promulga Juan Carlos Navarro.
Solís no parece caer en cuenta de que se ha hecho su propio jaque mate. Durante todos estos meses, miembros del oficialismo lo tildaron de PRD disfrazado de independiente. Con su movida, les dio la razón.