Infiernillo político

Bueno, bueno, el tener el control absoluto de su partido como preámbulo a lo que pretende hacer si gana ha sido la tónica de todos

Por Ramón Jiménez Vélez / Analista político

Bueno, bueno, el tener el control absoluto de su partido como preámbulo a lo que pretende hacer si gana ha sido la tónica de todos los aspirantes a las garzas (no las de Pacora), sin importar el partido (gobierno u oposición) al cual pertenecen.

Por cierto que, pese a las críticas que le hace al 99 de controlar todo, el bin bin troyano, en su reciente disputa con el Robinson (no el Crusoe) bocatoreño por el jefe de la manada legislativa del mundo cane perrediano, es clara evidencia de un estilo tipo del adolescente rey francés 14 de “aquí el único que manda, habla y hace soy yo”, ¿o no?

De paso, en el ñameñismo la cosa tampoco está muy clara, al punto de que la Yeya, quien dice se mantiene fiel al partido, alega que ñame seco lo tiene dividido, pues quiere ser él mandamás ¿o no?

La realidad entre los verdes, aun para populares, no es diferente y el miltonario no le para bolas al culiacán que quiere llevárselo a los perredianos en vez de los ñameñistas.

La gallera igual con el Ruiz… señor imponiendo su estilo.

Por supuesto que, al menos por ahora, en la locura nadie, ni mismito, está lo suficiente loco para desafiar al 99.

En el FAD de los obreros, aún no hay nadie que quiere sacar la cara (recuerda que están entre dos suntranscosos).

Quien manda no quiere piedras en su camino y si las tropieza, las elimina.

Eso mantiene el divisionismo (recuerden al bin bin troyano y la aristócrata del proletariado; de banquero Beto y la Yeya, entre otros ejemplos).

El dominio que quiere tener el bin bin troyano sobre su bancada es preludio de lo que espera hacer si gana la elección (lo que se le dificulta tanto por la pelea interina como por la serie de chambonadas de su gente como el “acha” amolada.

Y la faitin de la doña con ñame seco es evidencia de lo difícil que elijan a los ñames al Palacio (no es chop suey) aunque en el caso del mundo cane perrediano y el ñameñismo, se dicen los opuestos que no tienen nada contra el partido ni el candidato ¿o sí?

Ya lo dijo el novelista británico Sumercot Maughani, lo más útil de un príncipe es que puede ser sacrificado a las conveniencias.

Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos que el próximo jueves habrá más.



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