Infiernillo Político
B ueno, bueno, la alta popularidad del mandatario revelada en diferentes encuestas, lo cual pareciera resaltar el impacto positivo de una serie de acciones y proyectos
B ueno, bueno, la alta popularidad del mandatario revelada en diferentes encuestas, lo cual pareciera resaltar el impacto positivo de una serie de acciones y proyectos gobiernistas (como 120 a los 70, la beca universal, metro, aumentar salario mínimo, subsidios, obras viales y viviendas) han llevado a los políticos a basar su campaña (independientemente si sean de oposición) en destacar la acción gubernativa en sus propias propuestas.
Por cierto los partidarios del candidato panameñista-populares critican a la primera dama por resaltar sin propaganda de obras de su despacho, sin tomar en cuenta que el candidato Varela utiliza proyectos oficiales (100 para 70, beca universal y Curundú) como base de su propia publicidad electoral.
De paso, el candidato del PRD también ofrece la continuidad y ampliación de los proyectos del actual mandatario, como parte de su amplísima y multimillonaria propuesta propagandística.
Definitivamente que la masiva acción gubernamental poco espacio deja para nuevas y novedosas ofertas de los candidatos, al punto de que el oficialista José Domingo Arias se limita a proponer más de lo mismo, coincidiendo con ello a lo prometido por la oposición.
He dicho en más de una ocasión que el discurso político o plan de gobierno, en un país con grandes necesidades y expectativas no es más que una oferta quimérica; si se le analiza en profundidad, salta a la vista su imposibilidad de cumplimiento en un quinquenio, a falta de tiempo y recursos (humano y monetario).
Eso al tiempo que, pese a hablarse del encubridor pacto ético electoral, no impide de las partes el ataque despiadado al adversario convertido en enemigo.
Así tenemos que, mientras las principales figuras (Arias, Navarro y Varela) aparentan llevar una campaña de propuestas pro ataque, de sus equipos salen violentos discursos.
Navarro encontró entre otros a su vicepresidente, Gerardo Solís; para atacar a la primera dama busca a Balbina Herrera, no sabemos si con éxito; Varela utiliza inconvenientemente a su propia esposa ante la ineficiencia de su vicepresidenta, Isabel, la desconocida políticamente. Puede contar tal vez con Teresita de Arias.
José Domingo Arias a la vice del Mides, Niurka Palacios, al ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez, y en reserva a la ministra Alma Cortez.
Además, está en primera línea el uso de las anónimas redes sociales que, definitivamente, insisto, son la artillería gruesa.
Resulta aquí la frase que hizo famosa el Chapulín Colorado: Y ahora, ¿quién podrá defendernos?