La contaminación hídrica
El vertedero final para una gran parte de nuestros desechos es el océano. Hace unos años atrás cuando realizaba mis estudios universitarios, participé en un miniproyecto en
El vertedero final para una gran parte de nuestros desechos es el océano. Hace unos años atrás cuando realizaba mis estudios universitarios, participé en un miniproyecto en el cual se realizaron estudios sobre los diferentes cursos de un río, en este caso el Río Perequeté, el cual nace en las faldas del Cerro Trinidad, Capira. Escogimos en mi grupo el curso alto, un curso que se destaca por tener aguas cristalinas.
A medida que se avanzaba, el agua iba tomando una apariencia diferente. Cada vez más se notaba más la intervención del hombre, con continuas deforestaciones para llevar a cabo sus actividades de ganadería y agricultura. Más adelante iban apareciendo las primeras comunidades cerca de la ribera del río, estas muy conscientes del recurso que poseían y que cuidaban.
Cuando ya se acercaba el inicio de lo que sería el curso medio cerca de la comunidad de Lídice, el número habitantes en las riberas aumentaba, la turbiedad de las agua del río se volvía más intensa y la cantidad de desechos era más frecuente. Había pañales desechables, latas, plásticos, ropa, juguetes; hasta un celular. Es triste ver como los humanos que tanto dependemos del recurso hídrico no lo cuidamos.
La semana pasada cuando la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) realizó en conjunto con otras organizaciones su primera “Limpieza de Playa” de este año, encontré el mismo tipo de desechos.
Los manglares no escapan de la contaminación, acumulando en sus raíces cualquier cantidad de desechos, por eso hoy hago un llamado de atención e invito a que tomar conciencia de nuestros actos. El cambio de actitud antes de que sea tarde empieza por uno. Se debe ayudar a reducir el impacto del cambio climático, tomar conciencia y preservar los recursos naturales, para que tus hijos y nuestros hijos tengan un mejor futuro.