La depresión posparto es real

La llegada de un hijo o hija es sin duda una de las experiencias más especiales que puede llegar a tener una mujer, ser parte del milagro de la vida es un acontecimiento para atesorar, no obstante, es muy frecuente que la mujer experimente un estado depresivo, luego del alumbramiento, lo cual es conocido como depresión posparto; condición producida por una retracción hormonal donde el estrógeno, corticotropina, entre otras hormonas, juegan un papel importante.

Pero más allá de la vulnerabilidad biológica en la que se fundamenta este estado anímico, es importante resaltar que no es algo fuera de lo común y haciendo referencia a uno de mis escritos pasados sobre la salud mental de la mujer, esta es una de las condiciones que afecta exclusivamente al género femenino, por lo que es importante leer y conocer para comprender mejor a una nueva mamá.

La depresión posparto suele surgir durante las primeras semanas después del parto, la mujer puede llegar a sentir un inmenso vacío, pérdida de interés, ganas repentinas de llorar, no sentirse capaz de pasar tiempo con el bebé, sensaciones de angustia y desesperación, entre otras manifestaciones del estado anímico; cualquiera pensaría: “¡Pero si acaba de tener un bebé, debería estar feliz!”, es precisamente este tipo de declaraciones las que no contribuyen en lo absoluto a la comprensión del trastorno, dado que la nueva mamá llega entonces a sentirse culpable por una condición que es perfectamente común, agravando así el cuadro depresivo.

Por el contrario, el apoyo y buscar la ayuda necesaria para tratar esta condición es fundamental, ya que de lo contrario los síntomas pueden extenderse e incluso agravarse, siendo las primeras semanas una época determinante en cuanto al desarrollo del vínculo materno entre otras connotaciones emocionales madre-bebé.

Existen diversos tipos de familia, por lo que el apoyo del núcleo familiar no necesariamente será madre y esposo; abuela, tíos y hermanos también pueden ser parte de esa red de apoyo durante este delicado periodo; ser empático, comprensivo y no subestimar el concepto de depresión posparto es de suma importancia fuera del tratamiento profesional externo al que es recomendable acudir y del cual deberían existir políticas de estado que contemplen un servicio especializado en psicología para la madre, a fin de dar seguimiento a su salud emocional aparte de la evaluación física y de las citas de control neonatal.