La firma de Walt Disney no pasaría en el TE

Por: Por: Julio César Caicedo Mendieta. Columnista -

No necesito presentar a Walter E. Disney. Pero tal como sucedió con 277 firmas de respaldo a mi desventura de libre postulación, la firma del genio y creador de Tribilín,también hubiese corrido la misma suerte de rechazo. Y no culpo a los que trabajaron observando y depurando las rúbricas, sencillamente porque nadie firma igualito cada vez que necesita hacerlo en cualquier documento, sobre todo con la cantidad de venerables ancianos con pulsos de maraqueros que me firmaron. Me imagino que el hastío muchas veces llevó a los del TE a conclusiones fatales como la del árbitro con la mano de Maradona. Lo cierto es que estamos satisfechos con: 399 válidas, 277 rechazadas más 200 hurtadas de mi maletín de trabajo en Penonomé. O sea 876 firmas obtenidas, cuando solo necesitaba 42 porque el corregimiento el Potrero de La Pintada es pequeño, este casi millar de firmas las obtuve personalmente desde el 2017 y para mí todas valen un millón y medio de dólares, aunque para el sistema electoral vigente B/1.33 (un dólar con treinta y tres centavos solamente, que desventaja) para las firmas válidas. O sea que competiremos contra los millones de dólares que les tocan a los partidos políticos, más sus millonarias rebuscas y en donde abundan cínicos y delincuentes roba urnas, compradores de votos y repartidores de materiales y chécheres cada quinquenio. Así está el sistema y lo aceptamos, pero el pueblo está cabreado.

Los candidatos rurales de libre postulación casi que con las uñas hemos obtenido la confianza del electorado, aunque no quiere decir que todos los que nos recibieron en sus casas y firmaron van a votar por nosotros en las elecciones del cinco de mayo. Primero porque no les podíamos hablar de planes políticos a los ciudadanos , de obras a realizar ni ofrecer ni un grano de café, porque estaba vetado por la ley, es decir la gestión fue muy dura y como dicen “de la bemba al ojo”. Solo mi experiencia de vendedor curtido me aceleró un poco el trabajo, en donde a veces obtenía solo tres firmas por día. Hasta que después de muchos meses de avistado, ladrado y gruñido por perros y perras celosos de sus casas, se me cayó accidentalmente una foto de Ana Matilde y asombrosamente obtuve siete firmas en esa vivienda y desde entonces decidí ser un activista más de la mismísima AMG.

Eso si les aseguro, que para los hombres y mujeres de buena voluntad que somos la mayoría en Panamá, sabemos que el pueblo es el que decide y tiene que ser por algo, malo, bueno o regular, pero es por algo y la aventura de la libre postulación pueda que sea aceptada por la mayoría de los ciudadanos y eso sería un éxito, algo bueno para el país, sin embargo a los partidos les tocará demasiado dinero contrario censu a nosotros los independientes que no sabemos de clientelismo , dádivas ni repartir la plata ajena(nuestros impuestos) cada cinco años.

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