Magister Carlos A. López Z.No quisiera dar una versión de un tratadista, sino desde mi óptica como enfoco la supervisión, que no es más que una actividad netamente operativa en las organizaciones, es el eslabón que une la planificación con la acción, o sea el saber con el hacer.Todo líder de nivel de alta gerencia debe entender que una de las armas poderosas con las que puede contar para logar sus objetivos, es armase con un equipo de supervisores que tengan liderazgo probado y un destacado recorrido laboral, que puedan asesorar e imponer disciplina con autoridad, según sea el caso.
Este cargo no puede ser asignado a personas por razones de amiguismo o intereses determinados.
La supervisión de personas no es nada fácil, involucra manejar conceptos claros de liderazgo, conocer sus fortalezas y debilidades porque involucra una dosis de esfuerzo físico y mental que si no se maneja adecuadamente puede llevar al agotamiento corporal y a la desmotivación, por sentirlo como una pesada carga.Los colaboradores observarán detalladamente al supervisor buscándole la mínima falla en su ética profesional, a fin de negociarla por privilegios o un mejor estatus quo dentro del área de supervisión que le compete.Para evitar ser encajonado en esta situación debe saber manejarse con madurez, integridad y respeto en todos los campos de su vida, sea personal o profesional.
En cuanto a las áreas de competencia, un supervisor debe cubrir diversos componentes como lo son el mercado o teatro de operaciones para asesorar a la gerencia de cambios presentes o futuros, el cuidado del material y equipo a su cargo, las personas y los procedimientos; en este último punto debe tener mucho cuidado si este tiene normativa legal a la cual hay que regirse como en el caso de policías y criminólogos.El tema de la supervisión no puede ser ignorado por los líderes de todos los niveles, es en esta actividad donde uno probará su calibre como profesional y comprobará que los grandes sueños se pueden hacer realidad.