Los populistas estafadores rumbo al despeñadero

Julio César Caicedo Mendieta

Colaborador

Con el triunfo de Mauricio Macri en la muy sollozada Argentina, comienza la caída de los gobiernos populistas de corte totalitarista en América Latina. Y cae herido de muerte, además, el experimento por resucitar a la izquierda de este lado del Atlántico, "el socialismo del siglo XXI". Brasil y Venezuela, supuestamente los dos Gobiernos convertidos en pilares, están hasta el cuello política y económicamente. Aparte de la corrupción sin freno en ambos países, fueron descabellados como guías de sus pueblos, uno quiso en su oportunidad comprar 20 submarinos atómicos rusos... ¿para qué? Y el otro prácticamente cerró todos los medios de comunicación que consideró como sus adversarios. En América, solo "Papa Doc" Duvalier, de Haití, los supera en el trono de los imbéciles, cuando ordenó matar a todos los perros negros que dormitaban en las espantosas calles de Puerto Príncipe porque aseguraba que uno de ellos era un peligroso enemigo que recién había asesinado.

Pronto serán comentarios de café mencionar algunos ejemplos de estos sinvergüenzas enemigos de la democracia, veamos: castrismo, chavismo, madurismo, orteguismo, moralismo, correísmo, kirchnerismo. Porque se les llegó la hora de su retiro, precisamente en este siglo 21, cuando la barbarie está a punto de unir al planeta Tierra.

La debacle populista como tal se da por el cansancio de los pueblos oprimidos por mandatarios que adoptan el sectarismo para gobernar a los seres humanos como si fuesen ganado vacuno, cerrando todos los portillos de libertad y utilizando la represión y la mentira para combatir a los que piensan de otra manera o se oponen a sus políticas sectaristas.

No todos los sistemas populistas son iguales, hago constar, pero sí tienen un común denominador que los caracteriza y los distingue a distancia, como a los zorrillos en celo en las llanuras de Coclé. Podemos afirmar que estos gobiernos con mañas totalitaristas se parecen en cuatro cosas: 1-Mantienen una inflación que supera la sed de "guaro" de cualquier borrachito del terraplén, 2-provocan una escasez de alimentos, insumos, ropa y de productos de higiene personal con niveles incomparables a los anteriores gobernantes que despojaron del poder 3-la corrupción es galopante, y 4-que debió ser la primera, no permiten la libertad de expresión y como dictadores, temen a la literatura y al arte en todos sus aspectos.