Naranjas
En el camión iban metiendo los sacos de olorosas naranjas de El Valle de Antón. Muchacho curioso veía la operación. Comenzaba cuando ágiles señores recogían las naranjas
En el camión iban metiendo los sacos de olorosas naranjas de El Valle de Antón. Muchacho curioso veía la operación. Comenzaba cuando ágiles señores recogían las naranjas de los arbustos. Unos chiquillos las metían en sacos. Iban a dar a un enorme camión llegado de la ciudad. Pregunté cuánto costaba un saco de naranjas. Me dijeron que medio balboa. Tenía unas cien. La simple operación matemática indicaba que costaban menos de un centavo... Pero en la ciudad se vendían a dos o tres centavos cada una.
Me dijo mi padre sobre esa diferencia de precios. Señaló que era la ganancia del "intermediario" (el del camión) y de los vendedores "al menudeo".
Años más tarde me atreví a preguntarle a un gerente de supermercado, por qué ellos vendían más caro que "el chinito de la esquina". Contestó si sentía el aire acondicionado. Sí. "En el otro lado no lo hay y ese frío cuesta plata", dijo. Los artículos estaban ordenados en brillantes estantes... y eso valía dinero. A veces las frutas eran lavadas y se colocaban en higiénicas bolsas... También hay que pagar por esa "extra".
Cuando se habla de "bajar la canasta básica", los expertos no pueden eliminar las ganancias del intermediario. Hace unos años se trató de romper el "círculo de precios" Un gobierno puso camiones oficiales a recoger frutas y vegetales en el interior para venderlos a mejor precio en la ciudad.
Los centavos que se ahorraban salían de los bolsillos de los panameños. De inmediato surgieron protestas. Centenares de panameños humildes viven de los intermediarios. El problema era tan enorme que la idea perdió poco a poco importancia y volvimos a lo mismo. De allí surgió que los intermediarios eran "un mal necesario" en la cadena de producción, mercadeo y venta.
Ahora con la cadena de frío, frutas y hortalizas llegarán a la capital más frescos. Hemos visto las instalaciones de los centros fríos de recolectores de Volcán y Cerro Punta. Son enormes y modernas. Ojalá que aparte de mayor frescura de los productos, los panameños podamos conseguir esos artículos algo más baratos.
Sencillamente, habría que "congelar" los precios...