Nunca
M e ofendió la burla de mis compañeros chilenos de estudio de Sociología. Yo no tenía culpa de la situación que había sucedido en Panamá a finales
M e ofendió la burla de mis compañeros chilenos de estudio de Sociología. Yo no tenía culpa de la situación que había sucedido en Panamá a finales de los años sesenta. No sabía si esos insultos eran producto de algún tipo de envidia por el desarrollo de mi Patria. O sencillamente, demasiado orgullo por lo que llamaban tradición democrática de Chile.
Todo fue a causa del golpe que dieron los militares panameños a once días de instalado el gobierno del Dr. Arnulfo Arias M. Las burlas resaltaban que en Chile no ocurriría una situación igual, porque los uniformados de allá "respetaban" la Constitución y estaban conscientes que el poder era de los civiles. Años de Democracia así lo demostraban.
Entre las frases hirientes que recuerdo están: "en esos países como Panamá hay un golpe de Estado cada semana". Restaban que Chile era un país de alto nivel cultural y cívico, donde los poderes se respetaban entre ellos. Mis pocos conocimientos de Sociología me sirvieron para alegar que "un hecho social como un golpe militar puede ocurrir en cualquier país, si las circunstancias lo permiten". Pero la veintena de compañeros me "restregaban en la cara" su vida democrática entre risas y comentarios.
Lo peor fue cuando el profesor comunista del curso, pidió a los alumnos que "comprendieran" mi ignorancia de la realidad chilena. Añadió que era lógico que pensara que "mi patria era lo mejor". Le dije que "me extrañaba que un sociólogo no aceptara que un hecho social puede ocurrir en cualquier país". Bueno, tres años después la realidad demostró que yo estaba en ¡lo correcto! Chile sufrió uno de los golpes de Estado más sangrientos de la Historia latinoamericana. Incluso los militares bombardearon "sin asco" la Presidencia, causando el suicidio del "Primer Presidente Socialista de la región, elegido por los votos".
Cuarenta años después las heridas están abiertas y hay desaparecidos. Los militares "respetuosos de las leyes" torturaron, ejecutaron, etc. como no veían en nuestros países centroamericanos, en que los chilenos se burlaban al decir que "ocurría un golpe militar cada semana". Hace cinco años viajamos a Chile. Confirmé lo que me dijeron amigos izquierdistas. Esta dictadura militar los llevó al "primer mundo". Ahora viven mucho mejor que en los años setenta.
Imagino que eso también les "arderá" a ciertos de los que se burlaron de mí...