‘Obligué a mi novia a que abortara’
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net: «Cuando estábamos de novios, obligué a mi novia a
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net:
«Cuando estábamos de novios, obligué a mi novia a que abortara. Hace mucho tiempo que nos arrepentimos de esta siniestra decisión, y ahora, después de nueve años, buscamos un hijo y ella no queda embarazada. Todos los [exámenes] médicos [han resultado] bien y no hay ninguna anormalidad en nosotros. Nos preguntamos diariamente si el que ella no quede embarazada es el producto del aborto....
»El vacío y la tristeza por haber abortado son interminables, y parece que la alegría de la vida se alejó de nosotros. Quisiera despertarme cada mañana con alegría. No encuentro deleite en nada».
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimado amigo:
»No deje, todos los días, de darle gracias a Dios que todos los exámenes médicos han comprobado que no hay ninguna anormalidad física en su esposa ni en usted que impida que tengan hijos biológicos. A diferencia de ustedes, centenares de miles de matrimonios han recibido la devastadora noticia de que no es posible que conciban hijos.... [Así que] en vez de concentrarse en el hecho negativo de que su esposa aún no ha concebido, despiértese cada día agradecido de que médicamente eso es posible.
»Pero ¿qué del aspecto emocional? La culpabilidad y la ansiedad que sienten pudieron haber producido cambios de estilo de vida que hacen que sea más difícil que su esposa quede embarazada. Sin lugar a dudas, la depresión que usted describe también pudiera contribuir a que eso suceda.
»Muchas personas creen que Dios las está castigando por algo que hicieron en el pasado. Pero, gracias a Dios, están equivocadas. Si le pide que lo perdone, Él lo hará. No le exige ninguna penitencia ni castigo, sino solo que permita que Él forme parte de su vida diaria y sea su mejor amigo. Cristo puede quitarle todo sentimiento de culpa y darle la alegría que anhela....».