¡Ojo con la ampliación!
El Grupo Unidos por el Canal (GUPC) ha recibido $2,831 millones de la totalidad del contrato de $3,118 millones por la construcción del tercer juego de esclusas. Es decir, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ya ha desembolsado el 90.7 por ciento de los fondos proyectados para una obra que tiene una ejecución de algo más del 60%.
Los reclamos en sobrecostos por 1,600 millones de dólares que hace GUPC, de los cuales un propio exdirectivo de Sacyr -el socio español del consorcio- considera que solo 40% de esas exigencias son reales, pone la cereza en el pastel, de que se quiere tomar de bobo a Panamá.
Para colmo, el mismo día que España envía a su ministra de Fomento, Ana Pastor, para tratar de alcanzar un acuerdo, el GUPC reitera su amenaza de suspender los trabajos el 20 de enero y alega que la ACP ocultó información sobre fallas geológicas a lo largo de 2.5 kilómetros de las esclusas del Pacífico.
Al final del camino, poco es lo que pueden hacer los Gobiernos para dirimir un conflicto de índole comercial, que debe ser resuelto por las instancias establecidas en el contrato.
Panamá debe estar preparada para un bombardeo mediático de verdades, verdades a medias y mentiras, que vendrán del exterior para tratar de ablandar al Gobierno panameño y a la ACP.
La suma en juego: 1,600 millones dólares puede generar toda clase de jugadas sucias y de operaciones sicológicas para tratar de disminuir la posición panameña. Este tipo de accionar no es nuevo; solo hay que revisar la historia del chasco del canal que intentaron construir los franceses, en el que hubo toda clase de sobornos y chantajes. ¡Hay que estar preparados para enfrentar esos intentos!