‘Viernes Negro’
En dos días se conmemora un aniversario del llamado “Viernes Negro”. Los más jóvenes quizás no recuerden esa fecha. Ese día, las fuerzas antimotines "Dobermans" lanzaron una feroz represión contra civilistas que pretendían realizar una manifestación a la altura de la Iglesia del Carmen.
El Gobierno de turno prohibió la concentración, que se programaba un mes después que el exjefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Roberto Díaz Herrera hiciera revelaciones sobre corrupción y crímenes de la cúpula castrense.
Las personas que iban vestidas de blanco o portando banderas de ese color, distintivo de la Cruzada Civilista, eran el objetivo de los antimotines. Helicópteros sobrevolaban el área y las patrullas "chotas" repletas de "Dobermans" controlaban la avenida. A poca distancia se disparaban escopetas de perdigones contra los civilistas, algunos quedaban bañados en sangre al ser alcanzados por los disparos de los antimotines.
Eran los tiempos duros de la dictadura que comenzaba a desmoronarse poco a poco. La represión de ese “Viernes Negro” del 10 de julio de 1987 quedó grabada en la mente de muchos panameños. Ese accionar de los militares no frenó las manifestaciones de los civilistas, que cada mediodía se concentraba en Calle 50 para sonar pitos y pailas y ondear pañuelos blancos, símbolos de la resistencia pacífica de la ciudadanía contra los abusos de los entorchados. Los hechos de 1987 deben recordarse como una muestra de la valentía de un pueblo cuando es sometido al abuso sistemático de los que en ese entonces gobernaron.