...Y pasaron los Carnavales

Los Carnavales son fecha de referencia obligada. Todo se paraliza antes y todo, en principio, debe funcionar o arrancar después. La designación y aprobación de los magistrados de la Corte quedaron pendientes para luego de Carnavales. Así lo declaró Varela haciendo gala de su conocida manera de gobernar. Veremos si antes de Semana Santa, otra fecha de referencia, el país completa su Corte Suprema.

Pero también quedaron en el tintero otros temas igualmente importantes. La recomposición de la Comisión de Credenciales de la Asamblea será, en principio, un tema candente que busca un balance político, en el último año de Gobierno, de parte de quienes hasta hace poco decidieron hacer oposición porque hasta ahora han pelechado a dos manos del Gobierno en total contubernio y granjeándose beneficios que solo se obtienen siendo Gobierno bajo el sistema imperante. Será un momento decisivo para el varelismo. Sin embargo, también para las dos bancadas ahora en “oposición” que deberán demostrar con hechos que los votos se encontrarán en el Pleno y que la sumatoria resulte en 52 votos. Digo esto porque si es cierto que por el rechazo a las magistradas botaron a muchos PRD y CD del Gobierno -siempre pagan los más necesitados si es que alguna vez existieron-, producto de la farsa opositora que realizaban, con esta recomposición Varela quedaría en un 3 y 2 para un eventual enjuiciamiento si las cosas no caminan bien, situación que está por verse. La Asamblea, reitero, podrá tener a Varela, pero este tiene a la Asamblea desde hace tiempo a punta de auditorías no finalizadas que serían la prueba idónea para el inicio de procesos contra diputados, cosa que sumiría a los órganos del Estado en un evidente conflicto o enfrentamiento. Todo esto debe verse a partir del lunes 19 de los corrientes. Lo cierto es que el final de Varela será cruento en múltiples sentidos, y parece no darse cuenta.

Pero hablando de diputados, veremos el destino del diputado Rosas, quien confesó que a través de su firma “administró” dineros de la cuenta de sobornos de ODB y que, según él, siempre claro en sus declaraciones sobre corrupción, las manejó atendiendo una relación cliente-abogado. Será la Corte la que lo investigará (?) y si lo hace, sabremos a dónde fueron a parar esos millones que dudo mucho hayan sido para pagar planilla de ODB, salvo que los empleados sean de otra planilla distinta a la de los obreros de la construcción. ¡Una delación de Rositas será una poesía!

Mientras todo lo anterior debe pasar y distraer la atención de temas medulares que mantienen al país al revés, la procuradora sigue en mora en cuanto a la lista de ODB pasando por alto dos administraciones que, paradójicamente, han sido y son Gobierno hasta no hace mucho. Levantaron la reserva de Blue Apple también, la cual producirá mayor agitación mediática y cuántas otras cosas, pero siempre contra cualquiera no gobiernista. Ella en eso está clarita.

Sin embargo, Varela es un tipo con suerte, por poco tiempo más. Sus “movines” hacen gárgaras de grapa para cuestionarlo y sus medios enfocan la atención nacional en Martinelli, como si eso fuera a sacar a Varela del atolladero en que su ineptitud e improvisación han metido al país entero. Pero su actuar o no tiene repercusiones importantes porque se trata del presidente y su accionar va ligado al destino de la nación. Va para 4 años culpando, él y sus seguidores, al gobierno anterior. Cuando abra y cierre los ojos, será el 30 de junio de 2019 y le dirá al país, como conclusión a su mandato, que no pudo cumplir por culpa del gobierno anterior.

Pasaron los Carnavales, sí, pero la dinámica nacional en negativo continúa y las expectativas crecen, mientras el reloj sigue su marcha ¡y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!