Ahora, que otros pongan el pecho

Por: Carlos Estrada Aguilar -

A pesar de nadar contra la corriente en su propio partido, el diputado Marco González afirmó que mantiene sus aspiraciones de presidir la Asamblea Nacional, a partir del 1 de julio.

En un mea culpa, el diputado de Cambio Democrático (CD) afirmó que durante los últimos doce meses asumió una defensa aguerrida de la gestión de gobierno del presidente Ricardo Martinelli y de las leyes polémicas que se discutían en el pleno legislativo.

Todo esto, según dijo, mientras colegas diputados de CD mantenían la cabeza en la tierra como las avestruces.

"Ya el Marco González que dio el pecho por muchas cosas, ya no lo va a hacer más", exclamó en una entrevista a Crítica.

Indicó que no se arrepiente de haber sido un vocero oficioso del Gobierno, lo que sí le duele políticamente es que esa defensa no haya tenido la gratitud correspondiente.

Como vicepresidente de Héctor Aparicio, González asegura haber dirigido cerca del 80% de los debates polémicos en el Pleno, por lo que no le queda duda de que el próximo periodo legislativo será "durísimo" por la complejidad de temas que están en agenda.

"Ahora le toca a los avestruces sacar la cabeza (de la tierra) y enfrentar las situaciones que se vayan a dar", dijo en tono sarcástico.

¿Qué tan sólidas están sus aspiraciones?

Yo mantengo la misma disposición de dirigir la Asamblea Nacional, sin embargo, debo entender que hay otros candidatos que han aparecido de la noche a la mañana.

¿Estaba en radar que aparecieran esos candidatos?

No aparecían, pero entiendo perfectamente la situación política que los llevó a aspirar.

¿No cree que se quemó por defender tanto?

No creo que me quemé, lo que siento es que existe ingratitud sobre el esfuerzo realizado.

¿Ingratitud de quiénes?

De gente que en lugar de ayudar, de gente que más que convertirse en un apoyo se convirtieron en un sector para indisponer y no reconocer lo hecho.

¿Entre esas avestruces hay precandidatos a dirigir la Asamblea?

Yo diría que son gente que aún no son candidatos y quieren serlo.

¿Dónde quedó la lista de 30 diputados que lo apoyaban?

No he vuelto a conversar con ellos, al final tenemos que reunirnos y ver si a alguien le torcieron un dedo, le quebraron un brazo o le metieron un candado en la cabeza.

¿Cree que irse a los golpes con sus colegas le pudo afectar su aspiración?

Me arrepiento de eso. Todo fue al calor de las duras discusiones que se dieron.



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