Pineda: No soy un sapito

El diputado perredista Raúl Pineda aceptó en una entrevista con Crítica haber tramitado infructuosamente un permiso en el Ministerio de Seguridad para ingresar un televisor y otros

Carlos Estrada Aguilar / Crítica

El diputado perredista Raúl Pineda aceptó en una entrevista con Crítica haber tramitado infructuosamente un permiso en el Ministerio de Seguridad para ingresar un televisor y otros enseres para un compadre que está preso, pero alegó haberlo hecho por razones humanitarias.

Negó el calificativo de “sapo” que le puso su copartidario Juan Ramón Messina; también negó que se estuviese escondiendo luego de estar en el ojo de la tormenta por las declaraciones del ministro de Seguridad, José Raúl Mulino.

De 1 a 5, Pineda califica su relación con Mulino en 1; pero reconoce llevarse mejor con el presidente Ricardo Martinelli en la parte humana, porque en lo político lo califica como su adversario.

El diputado rechazó haberse estado escondiendo para no dar la cara y justifica su demora en salir a dar explicaciones a la recaída de salud de su hermana, quien fue herida hace un año en el mismo hecho en el que falleció Gilberto “Kiki” Pinzón.

¿Qué opina de lo dicho por el ministro Mulino y su insinuación sobre que usted tiene nexos con el crimen organizado?

He tenido diferencias con el ministro muy marcadas sobre un tema específico, pero nos hemos puesto de acuerdo en otros casos y coincidimos en la erradicación de las pandillas; pero yo no tengo vínculos con pandillas.

¿Se puede saber el origen de esa diferencia?

Fue una declaración que el ministro dio y yo le respondí… eso quedó hasta allí.

¿Qué le ha dicho la dirigencia del PRD de lo denunciado por el ministro Mulino?

No he conversado con mi candidato a la presidencia, que es Juan Carlos Navarro; pero no le hemos dado mayor importancia a ese tema.

¿Es cierto que se le acercó al ministro Mulino para pedirle favores para un compadre que está preso?

Es verdad que tengo un compadre que está detenido. Es mi compadre de hace 20 años, no de ahora que soy diputado… y es un amigo que sí está detenido, pero que aún no ha sido condenado por ningún delito. Hice lo que correctamente debe hacerse: mandé una nota al Ministerio de Seguridad y cuando me encontré al ministro le pregunté si había visto mi solicitud pidiendo un permiso para ingresar un televisor a un detenido y él me dijo que la revisaría; al final no se dio el permiso y yo lo comprendo.

Ellos deciden a quién se le puede ingresar un televisor, una estufa, un abanico o cualquier cosa. Fui por el camino correspondiente, lo hice a través de una nota; no lo hice oculto. Desde el punto de vista humanitario, lo hice por un amigo… eso no viola ley ni la norma.

¿Cree que se le quiso dar una connotación pecaminosa a esa solicitud suya?

Hay 12 mil detenidos en Panamá y cerca de 8 mil no están condenados. Todas las familias de esos detenidos quisieran que su familiar tuviese un poco más de comodidad… un abanico para aplacar el calor, por ejemplo; si eso es pecaminoso, entonces creo que mucha gente como yo tiene ese mismo sentimiento.

¿Se habló del caso de su asistente asesinado en San Miguelito?

Gilberto “Kiki” Pinzón fue un joven como yo que vino a rehabilitarse, que estudió, que se preparó... se dio un hecho delictivo en el que perdió la vida y mi hermana salió gravemente herida. Eso lo investiga el Ministerio Público y (el caso) está separado totalmente de la política.



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