Estructuras centenarias

Guardar la historia y los elementos que la hacen verdadera es importante para que las nuevas generaciones conozcan mejor la cultura y las diferentes formas de vida de los veragüenses.

Eso se hace al mantener hechos y testimonios, como las casas y los locales antiguos, que permanecen en firme para ser testigos de la historia de nuestros pueblos del interior.

Y es que todavía en Santiago y Soná quedan muchas casas y hasta locales comerciales que datan de más de cien años, mismos que deben, según algunos veragüenses, preservarse para que las nuevas y futuras generaciones conozcan la historia de nuestros antecesores.

En Santiago, por ejemplo, está de pie lo que fue hasta hace poco el hotel Santiago y la antigua unidad sanitaria, ambas edificaciones que ya pasaron más de 100 años de utilidad, pero cuyas estructuras están en pie y esperando que muchos sepan cómo fue y en que época se hicieron.

Los Fábrega son los propietarios de las antiguas estructuras del hotel Santiago y otras edificaciones, puesto que esta fue una de las primeras familias pudientes en Santiago. Estas edificaciones, en aquellos años, se hacían de madera muy fina debido a que era lo más fácil para construir.

Las pilastras de estos viejos edificios están aún intactas, se usaba madera muy duradera, como cedro, níspero, caoba, guayacán, nazareno, cocobolo, entre otras, por lo cual permanecen casi intactas.

El hotel Santiago fue el primero en construirse en el interior del país, estaba hecho para hospedar solo a personas pudientes de aquella época. Era de lujo, según los Fábrega.

Aquí se podían hospedar altos mandatarios y personajes muy reconocidos, como el caso del presidente Belisario Porras, quien con frecuencia viajaba a Santiago y se hospedaba en este lugar, así mismo, otras personas que eran reconocidas, como los políticos del momento.

En el caso de la antigua o primera unidad sanitaria en Santiago, que data de 1936-1939 y creada por el entonces presidente Juan Demóstenes Arosemena, Mosley Ibarra, actual alcalde Santiago, promete rehabilitar esas estructuras y que sirvan de uso a la comunidad como un centro de enseñanza o de investigaciones para los estudiantes.

En Soná, según Marcial Arosemena, residente en este distrito, hay varios lugares, como Las Cuatro Esquinas y La Plaza, que tienen casi una manzana de casas centenarias construidas por los primeros pobladores de este lugar.

Sostuvo que los sonaeños tratan de preservar las casas y los locales comerciales, que están hechos de pura madera, como caoba, cedro, guayacán y otras, para darles valor y que no se dañen.