Acribillan a adolescente
Dejó Barraza, en El Chorrillo, para darle una mejor calidad de vida a sus hijos, alejados de las balaceras y la violencia, y se radicó
Dejó Barraza, en El Chorrillo, para darle una mejor calidad de vida a sus hijos, alejados de las balaceras y la violencia, y se radicó en Villa Lobos, en Pedregal, donde la noche del jueves, asesinaron a uno, de ocho tiros.
La educadora Deysi Iptcha todavía no asimila que su hijo Oswaldo Caby Yptcha, de 18 años, quien tenía un futuro prometedor, fuese asesinado violentamente, cuando su vida estuvo alejada de la delincuencia.
Oswaldo, a quien la familia de cariño llamaba “Waldo”, lo mataron en la calle principal de la barriada Villa Lobos, en Pedregal, cuando esperaba turno para jugar fútbol.
Había 24 jóvenes, todos estudiosos, cuando llegó un auto blanco marca Kía, sedán. El vehículo frenó repentinamente; solo había dos personas: su conductor y el copiloto. Este último se bajó. Era un joven delgado que vestía una sudadera negra que cubría su rostro hasta los ojos, y sin mediar palabras disparó contra “Waldo”.
La víctima movía sus brazos para que los proyectiles no lo alcanzaran en la cabeza, sin embargo, se cayó y el homicida fue hasta donde él y lo remató disparándole en la cabeza.
En un auto particular, “Waldo” fue llevado a la Policlínica JJ Vallarino, donde murió.
Reportes médicos preliminares indican que la víctima presentaba cinco heridas en la mano izquierda, una en la cabeza y dos en el rostro, estas últimas le causaron la muerte, confirmó la madre.
“Waldo” iba a graduarse este año de Refrigeración en el Instituto Profesional y Técnico Jeptha B. Duncan G.
Era aplicado, y más en matemáticas. También viajó a Costa Rica a representar a Panamá en un club deportivo.
Hace dos años le tiraron bala por error en San Joaquín, Pedregal.
Hace dos semanas, la madre de “Waldo” notó que su hijo estaba cabizbajo; preguntó si le pasaba algo, pero él se limitó al contestar “Nada mamá”.
El sueño más grande de la víctima era trabajar en la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Su padrastro recuerda que siempre le decía: “Yo quiero trabajar, ganarme la vida de forma honrada, pero ganar bien, por eso quiero que me ayudes a ingresar a la ACP”.
El 15 de diciembre cumplió la mayoría de edad, y este lunes iba tramitar su cédula. Había acordado trabajar en el tramo en construcción del Corredor Norte.
Los amigos de la víctima eran jóvenes sanos, igual que él, nunca fueron detenidos ni tuvieron problemas con la justicia.
Villa Lobos es una barriada con sus altas y bajas, dijeron moradores.
Allí, hace menos de un año fue capturado el hombre que mató a la universitaria que cursaba estudios de medicina en La Latina.
También, a los menores que balearon a un oficial de la Policía Nacional tras intentar asaltar un camión de reparto.
Además, fue atacado un indígena a quien ataron junto a su familia dentro de la vivienda.
Deysi, madre la víctima, dijo que ella había estado previo a la hora en que mataron a su hijo, en la unción. Ella asiste a la iglesia Hosanna. Y le dijo: “ Señor, yo te entrego todo”. Al rato, al llegar ala casa se enteró de la tragedia.