Asalto en Las 500
“Mi padre pudo haber perdido la vida en manos de criminales que lo asaltaron para apropiarse de un teléfono celular, cuyo valor no supera los 20 dólares en el mercado”.
Jean es uno de los más de 400 colaboradores de una franquicia de almacenes especialistas en zapatillas, quien vive asustado por el incremento de la violencia en el país.
El joven, de 1.64 de estatura, delgado y con ojeras, contó la odisea que vivió su progenitor el lunes cuando regresaba del trabajo a la casa, en Las 500, de San Miguelito.
Dos jóvenes lo asaltaron. Uno sacó un medio machete, arma con que intimidaron al hombre, tras colocarse al frente y advertirle que entregara el teléfono; de realizar una acción contraria, pagaba con la vida.
Frente al mostrador, mientras mostraba los últimos tacos de fútbol, el joven, con tono firme y pausa, contó la experiencia que marcó su vida esta semana de marzo.
Además, contó que el panameño no está comprando, mas no así los extranjeros, quienes sí ingresan a la tienda y aprovechan el descuento.
En los barrios, un promedio de tres de cada cinco panameños han sido víctimas de la delincuencia o sienten que su vida ha corrido peligro por culpa de los ladrones, situación que empeora con el tiempo.