Audiencia para ver si aumentan pena por "Masacre en el Búnker"
Audiencia para ver si aumentan pena por "Masacre en el Búnker"
Por: Redacción / Crítica Impreso -
El 9 de agosto, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia decidirá en una audiencia de casación si Jean Carlos Hernández Fuentes, quien fue condenado a 36 años de prisión como cómplice en el crimen de siete jóvenes en "La Masacre del Búnker" de Espinar, Colón, debe realmente ser condenado como autor, con la consecuente pena más severa.
La fecha de audiencia fue fijada por el magistrado José Ayú Prado, ponente en el caso. El recurso de casación fue interpuesto por el fiscal de homicidios de Colón, Reynaldo Ceballos Góndola.
Jean Carlos Hernández Fuentes y Reynaldo Cuadra McBean fueron los condenados por los asesinatos de la Masacre del Bunker, y también por robo y privación de libertad; pero este último recibió pena de 50 años (en calidad de autor), mientras que Hernández solo 36 años (colaborador).
En total 14 muchachos fueron sus víctimas. De ese grupo, siete fueron asesinados de forma despiadada: Leidis Mabel Mariota Villagreta, Yeleni Mariota Villarreta, Santiago Carbajal Hormiga, Vladimir Garay Caparrosa, Edgar Jiménez , Azucena Martínez, y Julissa Martínez Daley.
La casación fue admitida por la CSJ el 15 de junio, y la fecha de la audiencia fue fijada por el magistrado Ayú Prado a finales de julio, luego de recibir un concepto del caso, de parte del Procurador General de la Nación, Javier Caraballo.
En esta opinión, el procurador Caraballo señala que El Tribunal de Juicio de Colón hizo "una errónea aplicación del derecho, al concluir en su fallo que al sentenciado le era aplicable la atenuante que hace referencia a la colaboración efectiva".
Señala también que Jean Carlos Hernández Fuentes confesó al testigo Leroy Luis Ampudio que había estado involucrado en la muerte de los jóvenes, lo cual no compagina con lo expuesto por el Tribunal para aplicar la atenuante.
Además, el tribunal ignoró que dos de las víctimas sobrevivientes narraron cómo Jean Carlos Hernández Fuentes los intimidó, los despojó y los privó de su libertad de forma activa, e incitaba para que se cometieran los homicidios antes de llegar a los búnkers.