El peligro detrás del peligro

Por: Redacción / Crítica -

Un delito menos en estas fechas. Esa posibilidad cabe dentro de las proyecciones sociales civiles.

¿Por qué? Un arma fue sacada de las calles en la comunidad Nueva Esperanza, en el corregimiento 24 de Diciembre, ubicado en Panamá Este.

Relato

Caía la tarde del martes. Una ronda policial se desplazaba muy despacito por las calles del corregimiento. Parodiando las letras de la canción “Pedro Navaja”, del cantautor panameño Rubén Blades, “estaba (casi) desierta to’a la avenida”. Desde los portales y patios de las viviendas, los moradores avistaban los alrededores. A pocas boca-calles, un grupo de jóvenes fue divisado por los uniformados, quienes procedieron con su deber: revisar a través del nuevo equipo tecnológico de la Institución, el estatus legal de los ciudadanos, quienes demostraron estar en “paz y salvo” con su Patria.

Más adelante, con un “camina’o” sospechoso, avanzaba un sujeto bastante joven. Posteriormente se supo que tiene 22 años.

El “buen ciudadano” que compartió el relato, informó que el muchacho, al detectar el autopatrulla que se detuvo a su lado, “miró pa’ un lado, miró pa’l otro” y empezó a correr intentando perderse entre las veredas del barrio. Los policías, diestros, avanzaron tras él, por el terreno.

¡Un arma! El artefacto fue detectado por la alerta visión de las unidades en turno, ante lo cual continuaron en persecución con la entrenada precaución, a sabiendas de que sus vidas estaban en riesgo.

“¡Oh, Dios mío! Ese muchacho va a disparar”, supuso el vecino anónimo, al ver que el perseguido amagaba con sacar “algo” de su cinturón.

Pronto, las zancadas del perseguido alcanzaron una residencia con cerca, empujó el portón, entró y se perdió en sus predios.

Era su casa. Nadie salió. Nadie respondió a los llamados de la autoridad comunitaria.

Los uniformados, celosos del cumplimiento de las reglas, estudiaron el área desde afuera, mientras pidieron refuerzos y el apoyo de la autoridad competente. En cuestión de segundos, cómo un relámpago, detectaron cuando el sujeto sospechoso, semi-amparado por una estructura de su vivienda, lanzó hacia el patio vecino, un objeto. El olfato policial los llevó a proceder bajo las reglas y autorización del dueño del lugar para verificar lo tirado.

En el raso suelo cubierto por algunas hierbas, reposaba el artefacto con las características de un arma de fuego, plateada con lomo negro. Es un arma pélex.

Detención

Lo demás es historia: llegaron las autoridades competentes; hubo protestas por los familiares, el muchacho fue detenido; el arma puesta a órdenes de los entendidos... Y a esperar los resultados de los jueces en ese caso.

Peligro

Se conoció que en la residencia viven dos niños, aparentemente hermanos del sospechoso, lo cual es un tema delicado que deberían atender las autoridades, ya que los mismos pudieran estar expuestos a un peligro con diversos matices.

Por lo pronto, la incautación del arma pélex representa la disminución del uso de armas en cualquier situación no legal.

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