Equipan clínica de la cárcel para enfermos con Covid-19
Tras culminar los trabajos de adecuación en el área de aislamiento para casos positivos leves de Covid-19 en la Clínica Virgen de la Merced en el Complejo Penitenciario La Joya, la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) procedió a equipar el sitio, para garantizar la atención médica a las personas privadas de libertad, en coordinación con el Ministerio de Salud (Minsa).
Por un lapso de tres semanas, 21 reclusos de las Brigadas de Mantenimiento de La Joya y La Joyita, contribuyeron con la mano de obra, bajo la supervisión de Oficina de Infraestructura y Mantenimiento (OIM) del Ministerio de Gobierno y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organismo que donó los insumos como cemento, lámparas, baldosas, cielos rasos, mallas de ciclón, material eléctrico y plomería para los baños.
José Ríos, director General del Sistema Penitenciario, destacó la importancia de contar con áreas de aislamiento con los equipos necesarios, en donde los médicos del Minsa, atienden los casos positivos leves, iniciativa que hoy es posible gracias a la colaboración de organismos como el CICR, que creen en la resocialización y la integración de los propios reclusos.
El Doctor José Chew, director de la Clínica Virgen de la Merced, explicó que es un logro la adecuación del área de hospitalización, lugar en donde las camas están a una distancia de 1.5 metros a 2 metros, pero a futuro se utilizará para otro tipo de atención en beneficio de la población privada de libertad.
El jefe de la delegación regional del CICR, Giuseppe Renda, indicó que la organización mantiene un diálogo constante con las autoridades, para poder hacer entrega de materiales según las necesidades y disposición.
Mientras que los privados de libertad Carlos Jones y Juan Carlos Rumaña, miembros de las Brigadas de Mantenimiento, agradecieron a las autoridades que se les tomara en cuenta para colaborar con el país, en este momento difícil, porque sienten que la habilitación de esos espacios, podrían salvar la vida a cualquiera de los reclusos que están en el Complejo.
El lugar quedó equipado con camas eléctricas, mesas para comer, porta expediente metálico, set de diagnóstico, banquillos de un escalón, esfigmomanómetro con base y rueda, 5 biombos de 3 paneles, color gris, sillas de baño de metal, sillas de ruedas, carros de medicamentos, lámparas, pesas mecánicas secas, entre otros.