Exequias de educadora fallecida en accidente de tránsito de Loma Cová

Reynaldo Núñez Montoto
Crítica

En medio de un llanto colectivo, más de trescientas personas congregadas en Colinas de la Paz, cementerio ubicado en Arraiján, y entonando el himno al Maestro fue despedida la educadora Martina Bósquez Flores, quien falleció instantáneamente en el aparatoso accidente ocurrido el miércoles en la carretera Interamericana, en las cercanía de Loma Cová.

Una de las escenas más desgarradoras de la despedida de la señora Bósquez Flores se dio cuando un hijo de la extinta, el sargento Arnold Bósquez, al momento en que los feligreses cantaban el himno al maestro, abrazó el féretro mientras sollozaba amargamente la partida de la progenitora de sus días. “No puedo creer que mi mamá se haya ido de esa manera”, manifestaba el militar, mientras abrazaba la caja mortuoria

Conmovidos, compañeros de la educadora, quien el día del accidente se dirigía al colegio Kuna Nega en Arraiján a participar en la graduación programada para esa fecha, vecinos y moradores de El Tecal donde residía, enjugaban sus lágrimas y se identificaban plenamente con los sobrevivientes de la educadora de 59 años, que dedicó toda su vida a la docencia.

De acuerdo con informes surgidos a raíz del aparatoso accidente, Martina iba en el centro del asiento trasero del auto Nissan Cupé, con matrícula 496961, que se estrelló contra el Hi Lux 4X4 que operaba Rolando Kourany. En este accidente resultaron fallecidas tres personas más.