Niños en La Peña se hieren a sí mismos

Por: Melquiades Vásquez A. Veraguas - Martes 11 de agosto de 2015 12:00 AM

Especialistas en conductas de niños del Ministerio de Educación buscan el origen de la situación en la que los menores se provocan heridas.

Niños con marcas o heridas en los brazos no es una conducta apropiada, lo que genera preocupación en los educadores de la Escuela Primaria de La Peña, en el distrito Santiago, de la provincia Veraguas, informaron los los docentes de ese plantel.

Los educadores y algunos padres de familias de La Peña detectaron a niños que se marcan en sus brazos presuntamente para identificarse con alguna sexta o grupo que opera en el área.

De acuerdo con el educador Juan Polanco, de la Escuela Primaria de La Peña, los niños podrían estar copiando modelos que les llegan a través de la tecnología, o por presión de grupos, pese a la baja edad que estos tienen.

Luis Esteban Quiroz, director de la mencionada escuela, explicó que hay varios niños que están reflejando las situaciones que viven en sus hogares.

También resaltó que se está ayudando con tratamiento especializado a esos muchachos.

Esos hechos se están dando-según los educadores-desde el año pasado.

Las situaciones están siendo manejados por el Departamento de Gabinete Psicopedagógico del Ministerio de Educación en Veraguas.

El director de la Escuela La Peña, Luis Esteban Quiroz, sostuvo que los niños con esa conducta irregular han mejorado con la atención especializada, igualmente sus calificaciones, pero los padres de familia y la comunidad deben apoyar a los maestros cuando hay casos como estos.

Situación

El infligirse heridas es un acto deliberado de destrucción del tejido del cuerpo, a veces para cambiar una manera de sentirse. Es visto de manera diferente por distintos grupos y culturas dentro de la sociedad. Ello aparenta haberse hecho más popular últimamente, especialmente entre los adolescentes.

Los adolescentes que tienen dificultad hablando sobre sus sentimientos pueden demostrar su tensión emocional, incomodidad física, dolor y baja auto-estima mediante el comportamiento de infligirse heridas. Aunque ellos se sientan como que el vapor en la olla de presión se ha liberado cuando terminan el acto de herirse a sí mismos, pueden aún sentirse lastimados, con coraje, temor y odio. Los efectos de la presión de los pares y el contagio pueden también influenciar a que se hieran a sí mismos. En ocasiones, pueden esconder sus cicatrices, quemaduras y moretones debido a que se sienten avergonzados, rechazados o criticados por sus deformidades.

Los padres deben hablar a sus hijos acerca de desarrollar un sentido de respeto y valor hacia sus cuerpos. Deben de servir de modelos para sus hijos no llevando a cabo actos donde se hagan daño a sí mismos.