No era un muerto, sino un borracho en el taxi

Dos patrullas, dos motorizados, ocho policías, varios periodistas y un tranque en la vía Transístmica acudieron a lo que se suponía era una escenad el crimen, pero

Carlos A. Rodríguez/Crítica /

Dos patrullas, dos motorizados, ocho policías, varios periodistas y un tranque en la vía Transístmica acudieron a lo que se suponía era una escenad el crimen, pero todo fue una falsa alarma.

La alerta se dio al mediodía de ayer, cuando personal de seguridad del Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social Arnulfo Arias Madrid, ubicara al sujeto dentro del taxi marca Hyundai estacionado en un lugar que obstaculizaba la entrada.

La persona se encontraba en el asiento trasero, la duda de los policías fue que el mismo emanaba saliva, y no tenía conciencia alguna. No tenía documentos personales. La frecuencia de la radio policial informaba la novedad.

Llegaron varios policías en patrullas y cuando procedían a la verificación del auto, ante la mirada de decenas de curiosos se acercó el conductor del selectivo alegando que el carro era suyo y que buscaba gasolina. Al ser cuestionado por qué dejó el auto en el lugar, dijo que se había quedado sin gasolina tras buscar al cliente y conocido que permanecía en el asiento trasero –quien era un pescador- y que este había estado en una parranda en el sector de La Boca.



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