Sucesos - 02/7/13 - 11:23 PM

No llegó a su primer día de trabajo

Sumidos en el dolor han quedado los familiares y amigos de Jorlen Miller, la joven universitaria que no alcanzó a llegar a su primer día de trabajo,

Por: - Martes 02 de Julio de 2013 11:23 PM

Elena Valdez / Coclé

Sumidos en el dolor han quedado los familiares y amigos de Jorlen Miller, la joven universitaria que no alcanzó a llegar a su primer día de trabajo, luego de que delincuentes la asesinaran de una cortada en el cuello frente al colegio La Salle en Panamá.

La estudiante oriunda de Penonomé residía en un apartamento en la ciudad capital. Todos los fines de semana llegaba a la barriada La Esperanza de la capital coclesana para visitar a su madre, abuela y amistades. Hoy, todos lloran la pérdida de Jorlen y piden justicia.

Su abuela materna, Josefa de Hernández, no podía creer que delincuentes le quitaran la vida a su niña.

Cuenta la entristecida abuela que su nieta había salido el domingo a eso de las cinco de la tarde de su casa en Penonomé a la capital, porque el lunes era su primer día de trabajo.

Rosario Troya, tía de la joven, indicó que su sobrina estaba muy interesada en sus estudios y en su familia y fue a la ciudad a estudiar publicidad para salir adelante, pues su madre trabajaba para ella y hasta la envió durante sus quince años a Disney World.

“Era una muchacha tranquila, de su casa a la universidad, y no podemos creer eso. Queremos justicia, pero allá arriba hay un Dios que lo sabe todo, hay mucha delincuencia. Qué vamos a hacer, sufrimos mucho y pedimos que estos crímenes no queden impunes; ella era apenas una jovencita con toda una vida por delante”, dijo.

Gilma Apolayo, amiga de la familia, dijo que ellos están muy asustados por los índices de delincuencia que hay en la ciudad capital, pues donde mataron a Jorlen ni siquiera era un lugar tan peligroso y allí los delincuentes la atracaron y no conformes, la asesinaron.

Jorlen era hija única. Estudiaba publicidad en la Universidad de Panamá. Sus honras fúnebres se realizarán esta semana en la comunidad de Toabré, en el norte de Penonomé, donde viven sus abuelos y otros familiares.