Se fue el 9 de la ‘sele’ de futsal
Con gritos de dolor por una muerte prematura que cortó el futuro de un gran jugador de fútbol, familiares, vecinos, amigos y un país le dieron
Proceso
No hay detenidos
El caso es pasional, según autoridades que investigan el homicidio. Se presume que autor intelectual pagó para matarlo.
Con gritos de dolor por una muerte prematura que cortó el futuro de un gran jugador de fútbol, familiares, vecinos, amigos y un país le dieron el último adiós al integrante de la selección de futsal Miguel Antonio Lasso Rodríguez, de 27 años.
Miguelito fue asesinado el pasado domingo 21 de julio, de 14 tiros, segundos después de bajarse de su automóvil en los estacionamientos del centro comercial La Gran Estación, en el corregimiento de Pueblo Nuevo.
Carlos Pérez, compañero de equipo en el Mundial de Tailandia de 2012, gritaba: “Y ahora quién me va a dar los pases para meter los goles”, al mismo tiempo que sostenía el féretro en el que iba Miguelito.
Los presentes en la iglesia Hosanna, ubicada en Bella Vista, donde se realizó el culto, pidieron un alto a la violencia en el en el país y en especial en el distrito de San Miguelito.
Sus compañeros de equipo, así como aquellos que jugaron con él en ligas barriales, resaltaron la calidad de persona que era la víctima.
Algunos gritaban por qué a él si era una persona buena que no merecía que lo mataran.
Dentro del ataúd iba Miguelito vestido con una gorra y bufanda marca Tommy Hilfiger, un suéter del equipo FC Real Madrid, dijo su hermana menor, quien explicó que era la ropa que le gustaba ponerse y su equipo favorito.
La cancha que se construye en Samaria, Puente Rojo, llevará el nombre de Miguelito, explicó el representante de Belisario Porras, Erick Portocarrero.
Algunos de los presentes cuestionaron la forma en que lo mataron como si fuera un pandillero, sin embargo, no lo era.
El cuerpo fue llevado hasta el Parque del Recuerdo en el cementerio de Milla Ocho.
Por el caso no hay detenidos, a pesar de que las autoridades manejan la hipótesis de que se trató de un homicidio pasional.
Una fuente ligada a la investigación explicó que se pagó una suma considerable de dinero para quitarle la vida.
Las autoridades indican que existe un alias en las investigaciones, pero el mismo no ha sido revelado a los medios de comunicación para evitar que se dé a la fuga el autor intelectual.