Texas ejecuta a hombre por muerte en asalto
Texas
AP
Un hombre de Texas condenado por haber matado a tiros a un agente policial jubilado durante un asalto a un centro de diversiones hace más de una década fue ejecutado la noche del martes.
John Manuel Quintanilla murió por inyección letal por matar a tiros a Victor Billings, de 60 años de edad, en una sala de juegos en Victoria, unos 200 kilómetros (125 millas) al suroeste de Houston.
El asesinato de 2002 se produjo apenas unos meses después de que Quintanilla había salido de la cárcel tras cumplir una condena de varias condenas por robo.
Cuando le preguntaron por una declaración final antes de ser ejecutado, Quintanilla dijo a su esposa que la amaba.
"Gracias por todos los años de felicidad'', dijo.
Nunca se dirigió a los amigos o parientes de su víctima, entre ellos dos hijas, quienes vieron la ejecución a través de una ventana.
A medida que la droga letal comenzó a entrar en efecto, roncó una media docena de veces, y luego dejó de respirar. Quince minutos después de recibir la droga, a las 7:32 de la noche, fue declarado muerto.
La esposa de Quintanilla, una ciudadana alemana con la que se casó mientras se encontraba en prisión, miró a través de una ventana adyacente y sollozó.
Quintanilla, de 36 años, es el noveno preso de Texas que recibe la inyección letal este año y el número 501 desde que el estado restableció la pena capital en 1982. La suya fue la primera de las dos ejecuciones de esta semana.
El castigo se realizó después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó dos apelaciones de último momento.
Los abogados de Quintanilla sostuvieron que su confesión fue forzada por las autoridades que amenazan con acusar también a una de sus hermanas y que la declaración, de manera incorrecta, fue admitida como evidencia en su juicio en 2004. Ellos obtuvieron declaraciones juradas de dos miembros del jurado que dijeron que la confesión fue la clave para su decisión de condenarlo.
El jueves está programada la ejecución de otro recluso de Texas con inyección letal. Vaughn Ross, de 41 años, va a ser ejecutado por un doble asesinato en Lubbock en 2001.
AP
Un hombre de Texas condenado por haber matado a tiros a un agente policial jubilado durante un asalto a un centro de diversiones hace más de una década fue ejecutado la noche del martes.
John Manuel Quintanilla murió por inyección letal por matar a tiros a Victor Billings, de 60 años de edad, en una sala de juegos en Victoria, unos 200 kilómetros (125 millas) al suroeste de Houston.
El asesinato de 2002 se produjo apenas unos meses después de que Quintanilla había salido de la cárcel tras cumplir una condena de varias condenas por robo.
Cuando le preguntaron por una declaración final antes de ser ejecutado, Quintanilla dijo a su esposa que la amaba.
"Gracias por todos los años de felicidad'', dijo.
Nunca se dirigió a los amigos o parientes de su víctima, entre ellos dos hijas, quienes vieron la ejecución a través de una ventana.
A medida que la droga letal comenzó a entrar en efecto, roncó una media docena de veces, y luego dejó de respirar. Quince minutos después de recibir la droga, a las 7:32 de la noche, fue declarado muerto.
La esposa de Quintanilla, una ciudadana alemana con la que se casó mientras se encontraba en prisión, miró a través de una ventana adyacente y sollozó.
Quintanilla, de 36 años, es el noveno preso de Texas que recibe la inyección letal este año y el número 501 desde que el estado restableció la pena capital en 1982. La suya fue la primera de las dos ejecuciones de esta semana.
El castigo se realizó después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó dos apelaciones de último momento.
Los abogados de Quintanilla sostuvieron que su confesión fue forzada por las autoridades que amenazan con acusar también a una de sus hermanas y que la declaración, de manera incorrecta, fue admitida como evidencia en su juicio en 2004. Ellos obtuvieron declaraciones juradas de dos miembros del jurado que dijeron que la confesión fue la clave para su decisión de condenarlo.
El jueves está programada la ejecución de otro recluso de Texas con inyección letal. Vaughn Ross, de 41 años, va a ser ejecutado por un doble asesinato en Lubbock en 2001.