Enviado por mmontenegro el Mar, 2017-11-07 20:27
El está en una isla tropical, bajo una palma de coco, mientras escucha música y canta a todo pulmón, acostado en una hamaca. Eso es lo que cualquier persona pensaría, al observar la actitud de este hombre, quien lucía tranquilo en una acera de una de las calles más transitadas de la ciudad.
El sonido de los pitos ni el ir y venir de los autos interrumpía su momento de paz y tranquilidad. El estaba en lo suyo.
Se desconoce el porqué este hombre estaba en medio de la acera, ni tampoco qué cantaba o qué esperaba tan cómodo en el lugar. Tampoco se sabe si es un indigente, tiene problemas mentales o es un vendedor ambulante que se tomó un descanso. Lo cierto es que en cualquier esquina se pueden encontrar escenas que causan sorpresa, admiración, temor, alegría o llanto, porque así es Panamá