El cambio de un tipiquero

El reconocido acordeonista panameño Jonathan Chávez, conocido por sus amistades como “El Potrillo”, cuenta con más de 15 años de trayectoria musical, pues desde muy pequeño supo

Lehisy Domínguez / VIVA

El reconocido acordeonista panameño Jonathan Chávez, conocido por sus amistades como “El Potrillo”, cuenta con más de 15 años de trayectoria musical, pues desde muy pequeño supo que sería un gran músico. Además, es reconocido por grandes folcloristas como el sucesor de Victorio Vergara Batista.

Cambios de físico

A través de los años ha experimentado grandes cambios en su apariencia física. Desde pequeño fue flaco y blanquito, con cara de que no mataba una mosca, como se suele decir en el interior; era el mismo “Daniel El Travieso”, solo que su cabello era negro. Sin embargo, a medida que se acerca a la pubertad, como a eso de los 13 años, su cara se brotó de acné. Como cualquier chiquillo se los tocaba, lo que hizo que le quedara el rostro marcado. “Mi madre me decía a cada rato que me dejara la cara, pero con sus remedios, poco a poco fueron desapareciendo”.

Luego de eso aparece otro problema. Empieza a subir de peso, lo que ocasionó otra pelea con su madre. En ese tiempo pesó 218 libras, lo que con el paso del tiempo hizo que de una vez por todas quisiera rebajar.

En este momento el tipiquero pesa 177 libras. A pesar de que su dieta no es del todo estricta, solo se basa en comer poco. Si un día come alimentos con grasa, al día siguiente lo evita y así sucesivamente. Eso sí, no come nada después de las 6:30 de la tarde. Solo se toma un té verde o de manzanilla y agua fría.

Esa dieta la acompaña con ejercicios de cardio, bíceps, tríceps, espalda, pecho, abdominales y piernas. La razón de bajar de peso naturalmente es porque según el artista, su cuerpo se ve saludable y formado, no aguado y deformado. Esta rutina la realiza a veces todos los días, o cuatro veces a la semana, todo depende de los compromisos.

Cambios de imagen

En cuanto a sus famosas canas, estas le salieron a los 14 años. Sin embargo, no fue hasta este año que se las pintó. No sabe si es de herencia, pero la explicación que da cuando le preguntan es que ha vivido muy rápido, o por el estrés de su trabajo, escuela y universidad.

En total ha tenido unos 5 cambios de “look”. El primero era de cejas abundantes y se peinaba de lado, además de bozo. Luego se peinaba hacia atrás y sin bozo; después se hacía candado y el famoso peinado “mango chupa’o”.

En sus inicios se vestía formal, pero con la ayuda de su madre y amigos cambió su forma a moderno y juvenil.

Cambios en su armario

Luego de haber rebajado tuvo que comprar mucha ropa, pero a la vez ha ajustado la que tiene gracias a su tía Noris Vergara, que es modista y le deja la ropa a la medida. Él está feliz porque de talla 36 pasó a 32 en pantalones, en cuanto a camisa de L a S.



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