El Vidajena

La parejita formada por la cholita Ciriaca y su peor es nada Armenio estaban pasando el Niágara en bicicleta porque el escuálido salario del man no alcanzaba para mantener a su prole. Y no era para menos. Habían traído a sufrir penalidades a este Valle de Lágrimas a ocho come arroces. Ahora tenían que comprar hasta cinco libras de mondongo y otras tantas de arroz para poder meterle al pebre.

Y hay que ver cómo hartaban los come arroces. Los más grandecitos repetían hasta tres veces el sabroso mondongo que mamacita les preparaba. Había ocasiones en que Armenio se quedaba sin refinar y se iba a la cama con el estómago vacío. A todo esto Ciriaca reclamaba caricias, pero el paciero le hacía ver que ya tenían toda una tribu de rapaces y su sueldo no permitía que aumentaría la familia.

Ciriaca, una cholita muy apasionada se dormía molesta porque el buaycito no la atendía y ella no quería entender de razones. Ella quería ser como su mamacita que tuvo quince hijos y es que en su familia privaba el pensamiento que los matrimonios deben tener todos los hijos que Diosito les mande.

Fue Régula quien dio la solución. Los días libres de Armenio se ponía a conversar con la bochinchosa bajo el palo de mamón, en una esquina del patio limoso. La doñita le dijo que llevara a Ciriaca donde la doctora Píldora para que la operara y así no pudiera tener más herederos de miseria a este Valle de Lágrimas.

Armenio trató infructuosamente de convencer a su quita frío para que se sometiera a esa operación, que la doctora Píldora una abnegada galena hacía gratis a las mujeres pobres. Pero, la cholita se negó rotundamente a hacerse dicha intervención.

El paciero tomó la decisión de requerir en amores a su peor es de nada, lo que enfureció a Ciriaca. Todas las noches protagonizaban agrias discusiones y en ocasiones hubo hasta violentos barrios de trifulca que motivaron a los vecinos a llamar a la Policía.

Entonces apareció en escena la malvada vecina, Sedoína, quien es prófuga de la cárcel de Los Algarrobos por ladrona. Esta