Los hombres no pueden quedar embarazados y no pueden tener bebés. Las
mujeres sí. Y desde que quedó marcada esa diferencia en el mundo, los
hombres escuchan frases como que “tú no lo pariste”, “es el dolor más
grande que jamás he sentido” o “las mujeres son las únicas capaces de
soportar un dolor igual”.
Todas parecen ser afirmaciones ciertas, que forman parte de la
naturaleza humana y que permanecerá así hasta que la tecnología en el
futuro diga lo contrario.
Pero hasta que eso ocurra, no hay razones para que un hombre quiera sentir ese dolor “tan horroroso” que es tener un hijo.
Sin embargo, el reportero de la radio Newstalk en Dublín, Henry
McKean, quiso saber qué sentían las mujeres durante ese “mágico” momento
que es parir.
Después de dos horas de agonía McKean dijo basta a la tortura a la que estaba siendo sometido.
“Fue como tener 100 cepillos de diente eléctricos dentro de tu
barriga, con muchas figuritas de Lego pateándote al mismo tiempo. Si
alguna vez te has parado sobre un Lego sabes que son muy puntiagudos”,
describió McKean.
Los médicos de un hospital privado de maternidad en Amsterdam
colocaron seis electrodos alrededor del abdomen de McKean para simular
las contracciones de parto y le regalaron una muñeca cuando terminó.
“Mujeres alrededor del mundo me están atacando. Todos están viendo el
video desde Irlanda del Norte hasta India. Creo que la razón por la que
se están uniendo contra mí es que es su dolor y no quieren
compartirlo”.
Pese a que él asegura que ahora se siente más cerca de las mujeres,
las madres del mundo le recuerdan que el promedio de duración de un
parto es de ocho horas.
La noticia fue publicada en el portal de la BBC de Londres
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