Manuel Adán Vásquez expondrá desde el 2 de abril en el MAC
Se lamenta de que no haya hoy el auge de que gozó la pintura en las décadas de los ’60 y ’70, que considera la época de oro de este arte.
Rosalina Orocú
VIVA
Cuando niño, Manuel Adán Vásquez se quedaba extasiado admirando el Cerro La silla, Gariguana, Valle Chiquito y el Cerro Picacho, en San Carlos.
El arrobamiento por observar el paisaje era tal que se quedaba de último camino a casa tras salir de la escuela.
En el aula los compañeritos le decían a la maestra cuando Manuel Adán en vez de hacer lo que se le asignaba se distraía dibujando y pintando.
No tenía idea de que fuese a dedicar más de la mitad de su vida al arte pictórico.
A los 25 años fue que se encaminó en la profesión y afición que le ha dado el sustento más de medio siglo. Fue después de estudiar electrónica, con la que se ganó el pan en su mocedad y primeros años de la juventud.
Resulta que un buen día dibujó y pintó una mujer de un calendario y la mostró a la vecina y ella le dijo que estaba muy bien y que por qué no estudiaba pintura.
Su primera muestra fue en la Biblioteca Nacional de Panamá. Al año siguiente le abrió sus puertas el Magisterio Panameño Unido y en 1965, la Asociaciòn Panameña Norteamericana, en Ave. Perú, en 1965.
Más tarde, en reiteradas ocasiones, desde 1967 hasta 1967, su arte fue admirado en el Instituto Panameño de Arte. Y así sucesivamente, el INAC, Galería Etcétera, Hotel Marriot, Arte Inn MAC, Arteconsult…
Refiriéndose a la primera vez, nos dice: “Allì presenté más de 20 cuadros al óleo, pintados al natural. Eran escenas de Carrasquilla, Vista Hermosa, Domingo Díaz, El ingenio… Del Panamá que se fue”. Tenía yo veintipico de años”.
Él éxito le había sonreído.
Manual Adàn Vàsquez entre sus mentores menciona al Prof. Rodrigo Miró y al Prof. Isaías García.
Tuvo la buena fortuna de que su obra recibió muy buena acogida, al punto de que “salían páginas enteras en los diarios hablando de mis obras”.
El destacado pintor es padre de cuatro hijos y dos hijas. Ninguno le ha seguido los pasos. Pero, muy orgulloso de sus logros nos dice: “ Eduqué a mis hijos con el fruto de mi trabajo pictórico”.
Se lamenta de que no haya hoy el auge de que gozó la pintura en las décadas de los ’60 y ’70, que considera la época de oro de este arte.
“Hoy la veo un poco opacada. No se respira el entusiasmo que había antes. Las galerías son màs, pero tratan de seleccionar mucho los pintores. Prefieren los extranjeros o los de alguna solvencia económica. Así no tienen que gastar en propaganda. Antes las galerías exhibían las obras más por la calidad de estas y les deban más oportunidad. Ahora discriminan más al artista por su condición social económica, aunque bien pudiera tener una obra muy buena. Por eso yo me siento muy contento de que Silvia Estarás me haya escogido para exponer en el MAC”.
En la muestra individual, titulada "Paisaje interior", que inaugurará en el MAC la noche del 2 de abril, el maestro Manuel Adán Vásquez expondrá las mejores obras, Las habrá desde la década del ’70, Son cerca de una treintena de óleos, donde hay hasta sus recientes paisajes figurativos un poco simplificados.
VIVA
Cuando niño, Manuel Adán Vásquez se quedaba extasiado admirando el Cerro La silla, Gariguana, Valle Chiquito y el Cerro Picacho, en San Carlos.
El arrobamiento por observar el paisaje era tal que se quedaba de último camino a casa tras salir de la escuela.
En el aula los compañeritos le decían a la maestra cuando Manuel Adán en vez de hacer lo que se le asignaba se distraía dibujando y pintando.
No tenía idea de que fuese a dedicar más de la mitad de su vida al arte pictórico.
A los 25 años fue que se encaminó en la profesión y afición que le ha dado el sustento más de medio siglo. Fue después de estudiar electrónica, con la que se ganó el pan en su mocedad y primeros años de la juventud.
Resulta que un buen día dibujó y pintó una mujer de un calendario y la mostró a la vecina y ella le dijo que estaba muy bien y que por qué no estudiaba pintura.
Su primera muestra fue en la Biblioteca Nacional de Panamá. Al año siguiente le abrió sus puertas el Magisterio Panameño Unido y en 1965, la Asociaciòn Panameña Norteamericana, en Ave. Perú, en 1965.
Más tarde, en reiteradas ocasiones, desde 1967 hasta 1967, su arte fue admirado en el Instituto Panameño de Arte. Y así sucesivamente, el INAC, Galería Etcétera, Hotel Marriot, Arte Inn MAC, Arteconsult…
Refiriéndose a la primera vez, nos dice: “Allì presenté más de 20 cuadros al óleo, pintados al natural. Eran escenas de Carrasquilla, Vista Hermosa, Domingo Díaz, El ingenio… Del Panamá que se fue”. Tenía yo veintipico de años”.
Él éxito le había sonreído.
Manual Adàn Vàsquez entre sus mentores menciona al Prof. Rodrigo Miró y al Prof. Isaías García.
Tuvo la buena fortuna de que su obra recibió muy buena acogida, al punto de que “salían páginas enteras en los diarios hablando de mis obras”.
El destacado pintor es padre de cuatro hijos y dos hijas. Ninguno le ha seguido los pasos. Pero, muy orgulloso de sus logros nos dice: “ Eduqué a mis hijos con el fruto de mi trabajo pictórico”.
Se lamenta de que no haya hoy el auge de que gozó la pintura en las décadas de los ’60 y ’70, que considera la época de oro de este arte.
“Hoy la veo un poco opacada. No se respira el entusiasmo que había antes. Las galerías son màs, pero tratan de seleccionar mucho los pintores. Prefieren los extranjeros o los de alguna solvencia económica. Así no tienen que gastar en propaganda. Antes las galerías exhibían las obras más por la calidad de estas y les deban más oportunidad. Ahora discriminan más al artista por su condición social económica, aunque bien pudiera tener una obra muy buena. Por eso yo me siento muy contento de que Silvia Estarás me haya escogido para exponer en el MAC”.
En la muestra individual, titulada "Paisaje interior", que inaugurará en el MAC la noche del 2 de abril, el maestro Manuel Adán Vásquez expondrá las mejores obras, Las habrá desde la década del ’70, Son cerca de una treintena de óleos, donde hay hasta sus recientes paisajes figurativos un poco simplificados.