Más que un cine, un

Por: Milerick Alvendas -

El sonido de excitantes gemidos era lo único que se escuchaba, el "ahhhhh" sólo era interrumpido por "more, more sex (más sexo)". La pose del misionero delataba el tamaño de su miembro, pero allí a nadie le importaba. Preferían caminar casi a ciegas, dejándose llevar del celaje, sólo alumbrados de la tenúe luz de las ardientes escenas.

Los caminantes eran machos, por lo menos así les dijo el doctor cuando nacieron, conocían muy bien el funcionamiento de aquel lugar, un cine donde la temperatura arde, y que fue de esparcimiento para todo la familia. El

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