Viva - 01/3/13 - 11:06 PM

Trevi y Wisin & Yandel provocan éxtasis en Viña

Ayer también se presentaron el español Pablo Alborán y los argentinos Los Auténticos Decantes, en una noche de cóctel que cerrará la 54 edición del festival más importante de Latinoamérica

Viña del Mar
EFE

La mexicana Gloria Trevi y los puertorriqueños Wisin y Yandel caldearon el viernes la última noche del Festival de Viña del Mar con elevadas dosis de sensualidad y clase en el escenario.

Trevi regresó a Viña después de 20 años de ausencia y en más de una hora, hizo cinco cambios de vestidos, pero complació al público con su repertorio de música, llevándese todos los premios del "Monstruo".
 
Mientras que Wisin y Yandes al ritmo de "Mírala bien", "Bailando la toqué" y "Rakatá", la pareja recurrió a la misma fórmula que ellos mismos en 2008, y otros tantos embajadores del reguetón -el último su compatriota Daddy Yankee el pasado lunes- han desplegado en las últimas ediciones del festival.

Con aspecto de ser los malos del barrio, con gafas de sol y riguroso vestuario negro, y continuos llamamientos a las mujeres, sobre todo a las solteras, la estrategia volvió a darles resultado.

"Ella lo baila pegao" y "Me estás tentando" dejaron claro que ellos no le llaman amor cuando quieren decir sexo. Y para demostrarlo, Yandel y Wisin dedicaron más de un sugerente movimiento de pelvis al auditorio.

Pero aunque sus letras giren siempre en torno al cóctel compuesto por mujeres, baile y discotecas, sus ritmos lograron de nuevo poner de pie a un público dispuesto a pasarlo bien a base de perreo con "Sexy movimiento", "Abusadora" o "Estoy enamorado".

Tras entonar su "No me digas que no", en la que colaboran con Enrique Iglesias, cosecharon antorcha de oro y de plata, y con "Me vuelves loco", todo el auditorio se puso a dar saltos para concederles después las dos gaviotas.

Ganados ya todos los premios, que en esta edición se han entregado rápido y al por mayor, los puertorriqueños se despidieron con "El teléfono" y dejaron claro que el reguetón en Viña no fue flor de un día.


 
 

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