Dos criminólogos gringos: Jaime Wilson y Jorge Kelling, a finales de la década de los 80 idearon la teoría de "la ventana rota", conocimiento racional según el cual, el crimen es consecuencia del desorden. Si una ventana violada no es arreglada de una vez, la gente que pasa creerá que a nadie le interesa y que nadie tiene responsabilidad por ese daño causado.
Si en pocos días, como ocurre en Panamá, sobretodo en este gobierno, se rompen más ventanas y las autoridades que deben actuar de inmediato, "ni fu ni fa"; tendremos la sensación de anarquía. Como no calificar de fárrago babilónico e irresponsable todo lo publicado en los últimos cinco años (enormes vidrieras rotas), envenenamientos, secuestros, fugas sospechosas, ineptitudes e intentos de trastadas de última hora, en temas como el transporte y nuestros litorales.
Los embrollos y traiciones del partido gobernante, son señales claras, que a estos tipos no les importará jamás ( a la cúpula), reparar las ventanas rotas, su pasmosa inacción combinada con palabrerías cursis, argumentando que causas sociales y culturales son las que provocan la delincuencia y el desgreño reinante, pronto nos llevarán al sitial de Haití.
Esta actitud del poder borracho, ha gestado que gran parte de su membresía se sienta cual macizo de borregos, urgidos que alguien con personalidad, les "tire una línea", pero no reaparece en la espesa neblina una sola persona, están aterrados después del error vulgar de coser a puñaladas a Juan Carlos Navarro (mi amigo).
Los cerros de mentiras combinados con la impunidad, han estremecido a su conglomerado que pasará la factura a sus líderes, esto explica hacia donde se encaminan las huellas gigantes de Martinelli y porqué, el vaho derrotista que por más que traten de ocultar, se les escapa como tufo caliente por entre bragas, costuras y bastas, contaminando el aire que respira su gente que ahora los repudia, pues se perciben falsedades en sus campañas que descaradamente proponen cambiarnos el infierno anárquico actual, por otro sin precedentes en ventanales rotos.
